El Bayern sufre una montaña rusa de emociones, pero golea al Hoffenheim

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El Allianz Arena tuvo un sentido homenaje póstumo a la memoria de Franz Beckenbauer. Su extensa carrera en el Bayern será recordada como un legado eterno y los jugadores de la plantilla actual tenían el compromiso de salir a arrollar. El duelo ante el Hoffenheim tenía su presión. Ganar se hacía indispensable para seguirle la estela al liderato del Bayer Leverkusen. El escenario estaba a reventar.

Como era de esperarse, el dominio fue absoluto por parte del local. Se hizo dueño de la pelota de inmediato y empezó a tejer con propósito ofensivo. Al minuto 18, Jamal Musiala se coló en el área por el sector derecho tras un córner en corto y desenfundó un derechazo terrible. Palo, adentro y a celebrar. El Bayern se ponía al frente en el marcador desde bien pronto.

Los remates de media distancia de Harry Kane y Joshua Kimmich fueron bien atajados por el portero Oliver Baumann, pero la mejor salvada del guardameta fue en un mano a mano contra Raphael Guerreiro en el que la postura de piernas surtió efecto para evitar el segundo y mantener viva la esperanza de un empate para la visita. La ventaja mínima llegó hasta los vestuarios.

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La segunda parte trajo más merodeos y una celebración frustrada de Leroy Sané al estar en fuera de juego. Inexplicablemente, el Bayern no concretaba sus opciones y empezó a sufrir. El Hoffenheim encontró el escenario ideal para salir del fondo y crear opciones claras en la parte de la cancha menos utilizada.

Andrej Kramaric fue el más insistente, pero se encontró con un Manuel Neuer enorme en la custodia del arco. Marius Bulter tuvo la más clara de frente, pero su remate se estrelló dramáticamente contra el larguero. Justo en el peor momento, cuando se palpitaba la igualdad, Sané y Musiala se juntaron y este último definió sutil para apuntarse su doblete al 70′ y darle algo de tranquilidad a Tuchel.

El panorama mejoró notablemente con la imprudencia de Grischa Promel. El centrocampista ya tenía tarjeta amarilla y fue a meter la pierna de más en frente del árbitro, que no le perdonó la segunda amonestación y lo expulsó al minuto 74. Había sido una montaña rusa de emociones y la moneda terminó del lado del Bayern Múnich.

Volcado al ataque, pero pudo concretar la goleada justo en el minuto 90. Harry Kane no se quedó con las ganas de saborear festejo, gracias a la asistencia de Leon Goretzka y un misil frontal que Baumann no pudo contener. El objetivo colectivo sigue en pie y esperando el pinchazo del Bayer Leverkusen.

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