El Liverpool sigue en lo más alto de la Champions League con un triunfo a domicilio ante el Girona

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Ya va siendo un momento determinante en la fase de liga de la UEFA Champions League 2024-25. El Liverpool llegaba en lo más alto de la clasificación a su visita al Girona. El equipo catalán, en cambio, no ha tenido un buen arranque en la competición y es uno de los llamados a abandonar la pelea al término de las ocho jornadas de esta etapa. Las cuestiones del nuevo formato.

Como era de esperarse, los Reds salieron a dominar la pelota y ejercer dominio desde la posesión en campo contrario. La primera gran oportunidad de gol llegó con un córner y Joe Gomez se elevó para meter un cabezazo. La atajada de Paulo Gazzaniga fue oportuna para evitar la caída del arco local antes de los cinco minutos de juego.

Sin embargo, el Girona iba a tener respuesta. Generó una gran ocasión con Arnaut Danjuma y Brayan Gil, quienes desenfundaron remates a quemarropa, pero Alisson expuso toda su destreza para salvar a la visita. En la otra portería, Darwin Núñez también estuvo mano a mano y probó la velocidad de respuesta del guardameta. Luis Díaz no tuvo mayor espacio y eso le fue causando desesperación.

El primer tiempo acabó con un gran remate del colombiano Yáser Asprilla de media distancia, pero el golero brasileño voló con una plasticidad vistosa y evitó la emoción de la grada. Fue un primer tiempo parejo en cuanto a ocasiones y, ciertamente, sorprendió el buen juego en respuesta que propuso el Girona para mantener el 0-0.

Danjuma siguió siendo buscando en el frente local, pero sus resoluciones no fueron precisas. Eso le iba a costar caro. Donny van de Beek cometió una imprudencia sobre Díaz al pisarlo al punto de sacarle el guayo y el VAR advirtió para la revisión en pantalla. Mohamed Salah se encargó en la ejecución con un zurdazo a un ángulo y abrió la cuenta al minuto 63.

Lo que hizo Arne Slot, lejos de refugiar un resultado tan corto, fue refrescar el ataque del Liverpool. Cody Gakpo ingresó para remplazar a Núñez. De ahí en adelante, el partido se pasó en puro control del cuadro inglés. El Girona no encontró manera de hacerle frente a los pases incesantes y la diferencia mínima se decretó como marcador final.

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