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El primer viaje del Feyenoord a la Champions en 6 años terminó antes de llegar siquiera a la última jornada de la fase de grupos. Tres acciones con la peor de las suertes (Santiago Giménez marcó uno de los dos autogoles de los neerlandeses, con otro centro que acabó en la escuadra) le dieron la victoria 3-1 al Atlético de Madrid en De Kuip, con lo que los colchoneros certifican su boleto a octavos y el equipo del delantero mexicano se tendrá que conformar con jugar la Europa League.
Entrando a este encuentro, el Feyenoord controlaba su destino. Con 6 puntos a falta de dos partidos, controlaba su destino para llegar a octavos si vencía a los colchoneros; un empate y se jugarían la vida en los últimos 90 minutos. A razón de ello, salieron con el acelerador a fondo, con par de ocasiones en los primeros 10 minutos, pero comenzó a cambiar la ola cuando Morata falló un mano a mano ante Bijlow. Los de Simeone se hiceron con el control del partido y la fortuna le sonrió a los españoles al minuto 14.
En una jugada que comenzó en córner por izquierda, Llorente recentró desde el otro lado, se hicieron un lío el portero y sus defensas, y el balón le pegó en la rodilla a Geertruida para entrar dramáticamente al arco.
El Feyenoord estuvo un cuarto de hora en la lona. El Atleti no pudo sentenciar el partido y finalmente despertaron los locales al final del primer medio, sobre todo por derecha con Minteh. Hubo un reclamo de penalti que se revisó en el VAR, sin otorgar, y luego una jugada que Giménez llegó fracciones de segundo tarde para irse al descanso con la derrota.
El delantero mexicano tuvo una muy clara para iniciar la segunda mitad, en un centro que falló completamente el mexicano. Y goles que no hagas, goles que te hacen, quizá con dosis de fortuna de nuevo porque en un pase picado de Griezmann, Mario Hermoso la prendió de volea y la metió a la escuadra sin ver. Quiso hacer eso o centrar, solo él lo sabrá.
Se abrieron los espacios para el Atleti a la contra y estuvo más cerca el tercero que el descuento del Feyenoord, pero perdonaron y se complicaron la vida en los últimos minutos luego de que Wieffer marcara en un córner. Pero de nuevo llegó un cruel giro del destino, con Giménez peinando un tiro libre que tapó a su portero y acabó en las redes para matar la última esperanza del campeón de la Eredivisie, que tendrá su adiós a la Champions ante el Celtic para después ir a la repesca de la Europa League.