Pesadilla blanca en Anfield

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Tras cinco partidos en esta nueva Champions, el Real Madrid es el último que pasaría a la siguiente ronda: apenas el lugar 24, tras perder 2-0 en su visita al Liverpool, en un partido en el que fueron arrollados, Mbappé vivió una pesadilla (penalti fallado de por medio) y pocas cosas que rescatar.

Desde que salió el calendario de este nuevo formato de la Liga de Campeones, el viaje a Anfield pintaba como el más difícil. Con las bajas de Militao, Alaba, Carvajal, Tchouameni, Rodrygo y Vinicius, todavía más. Así que Ancelotti se vio obligado a mandar un once inédito y fracasó el experimento del 4-4-2, con que vio a Valverde como lateral derecho, Raúl Asencio en la central, Bellingham y Brahim como volantes, Modric de doble pivote con Camavinga, dejando a Brahim y Mbappé como delanteros. No resultó en lo más mínimo.

Como dato fulminante, tenemos que el Madrid tiró al arco en la primera mitad las mismas veces que su servidor o que usted, amable lector. Desde el primer minuto se veía que la noche iba a ser difícil en Inglaterra, porque un centro desviado acabó con Asencio salvando en la línea. Fue el inicio del asedio de Darwin, Luis Díaz y compañía, pero entre Courtois, alguna barrida tiempista de Rudiger, o la mira chueca de los locales, nos fuimos 0-0 a los vestidores.

La suerte se le acabó al Madrid temprano en el segundo medio. Jugadón colectivo, tocando de primera en la frontal del área hasta que Alexis Mac Allister hizo un control dirigido y venció cruzado a Courtois. Golazo del campeón del mundo y, para colmo de males, Camavinga se desgarró en la siguiente jugada, al correr a tratar de cubrir una transición a velocidad de los de Slot. Como si Ancelotti necesitara otra baja.

Modificó el Madrid tras el gol, con Lucas y Ceballos para tener el 4-3-3 de siempre. Le cambió la cara al Madrid y tuvieron la pena máxima del empate. Mbappé, en una de las peores noches de su carrera, cobró tibio a un costado y tapó Kelleher. Ahí se acabó el impulso madridista. No hubo otra remontada épica.

Salah todavía se dio el lujo de fallar un penalti, pero fue anecdótico porque Gakpo mató todo a 15 minutos del final. Estuvo más cerca el tercero, que perdonó Luis Díaz en el agregado, que el descuento del Madrid.

Al equipo blanco le queda ir a la Atalanta, que ayer marcó 6. El Salzburgo en el Bernabéu y el Brest, que le dio partido al Barça por media hora en Montjuic. El Real Madrid deberían de pasar de ronda, pero con esta versión, ningún aficionado madridista puede dormir tranquilo. Y saltarse la ronda previa es grado menos que imposible.

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