Tuvieron que pasar 68 minutos para que el marcador se abriera en el Estadio Olímpico Atatürk en la final de la UEFA Champions League. El Manchester City fue el equipo que tomó la delantera gracias a un gran disparo de Rodri, que, desde la frontal y con la parte interior venció al arquero Onana.
La jugada fue una reivindicación de Akanji, que venía de un error que casi le costaba el gol en contra al City; el suizo cedió para Bernardo Silva quien se internó en el área, centró y el balón que terminó siendo despejado por la zaga del Inter le quedó a Rodri, quien aprovechó el rebote para mandar un derechazo justo en el hueco de la defensa nerazzurri y poner así el 1-0.
Este gol representó el único tanto del partido en Estambul y que le valió al equipo dirigido por Pep Guardiola para levantar su primera Orejona.