En un inicio de auténtico vendaval, el Manchester City se quedó a nada de abrir el marcador en el minuto 13’ ante el Real Madrid, de no ser por una monumental atajada del arquero belga Thibaut Courtois, quien ahogó el grito de gol del Estadio Etihad, en el duelo de vuelta de las semifinales de la Champions League.
La monumental parada se dio, luego de una buena jugada colectiva del City, que decantó en un centro por izquierda a segundo poste, donde apareció Erling Haaland sobre el borde del área chica y tras volarse Éder Militão, el noruego remató a bocajarro, sin esperar el buen recorrido de Courtois, quien llegó puntual a la cita para rechazar el balón y ser apoyado por Militão, para despejarlo por completo.
La incredulidad de Pep Guardiola y de los jugadores del City fue grande, al ver como esa jugada no terminaba con la esférica en la red.
El belga volvería ser fundamental al 21’ en un nuevo atajadón a remate de Haaland, sacando la mano derecha para desviar a tiro de esquina, aunque finalmente su marco cayó en dos ocasiones ante Bernardo Silva en el primer tiempo.