Wembley, una pesadilla inminente para Borussia Dortmund
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Este sábado se disputó una nueva final de la UEFA Champions League. Real Madrid volvió a sacar la casa, le tiró la camiseta encima a Borussia Dortmund y los dirigidos por Carlo Acelotti se quedaron nuevamente con el título en sus manos, tras vencer al elenco alemán 2-0. De esta manera el elenco ‘Merengue’ conquista su corona número 15 en la historia del certamen, pareciendo cada vez más inalcanzable por los otros clubes de Europa.
A pesar de haber iniciado de buena forma la contienda, a los dirigidos por Edin Terzic les hizo falta contundencia, especialmente en la primera parte cuando Karim Adeyemi tuvo un mano a mano con el guardameta Thibaut Courtois, pero el delantero izquierdo no supo aprovechar para poner condiciones en el partido y por qué no irse a los vestuarios con la ventaja a su favor.
Infortunadamente para los intereses de Borussia Dortmund, volvieron a caer en una final de Champions en el mismo escenario deportivo donde por última vez intentaron levantar su segunda ‘Orejona’ de la historia. Los fantasmas del 2013 cuando el Bayern Múnich los derrotó 2-1 con goles de Mario Mandžukić y en el en tiempo de descuento Arjen Robben apareció para aguarle la fiesta a los dirigidos en aquel tiempo por Jürgen Klopp.
Un equipo que se ganó el corazón de muchos en el mundo
Once titular de Borussia Dortmund, el 25 de mayo del 2013, para la final de la Champions League contra Bayern Múnich: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender (Sahin, m. 92), Gündogan; Blaszczykowski (Schieber, m. 91), Reus, Grooskreutz; y Lewandowski. Un equipo que se supo ganar el corazón de cientos de aficionados a nivel mundial, quienes se convirtieron en sus fanáticos para la disputa de este crucial compromiso.
Marcos Reus y Mats Hummels se encontraban este sábado, 11 años después para ‘quitarse la espinita’ de aquella noche en Londres en la que también salieron con la medalla de subcampeón. No obstante la gran experiencia del zaguero y los escasos minutos que jugó el ídolo marcado con la camiseta número 11 fueron suficientes para que los cientos de aficionados que se trasladaron desde Dortmund a Inglaterra tuvieran una alegría este sábado.