Colombia, cuando la mejor no es campeón
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Colombia se quedó con las manos vacías y no pudo ser campeón de la Copa América. Por más que enamoró a todos con su fútbol y fue la sensación en Estados Unidos. Lionel Messi y su pandilla levantaron el trofeo. Dieron otra vuelta olímpica y tal parece que va a ser muy difícil destronarlos. Después de tantas caídas y tristezas, hoy son los mejores del mundo.
Al frente tenía un rival con hambre, que ilusionó a más de 51 millones de personas. Un entrenador que dio en tecla y que hizo que el cambio de generaciones no se sufriera tanto, como lo vienen sufriendo otras selecciones del continente. Le dio vida y protagonismo a James Rodríguez. Además de rodearlo de grandes jugadores; la mayoría brilló y dejaron armada la columna vertebral de una Selección Colombia que ahora sueña con ser protagonista en un Mundial.
Ya vendrán los días para reprocharle al cuerpo técnico y los jugadores los fallos que se tuvieron en la final ante Argentina. Pero con todo y eso, por un mes mantuvieron al país unido y volvieron a ser ‘la anestesia general a todos los dolores’. Miró a los ojos al último campeón del mundo, que tiene un proceso de cuatro años y por momentos lo tuvo contra la cuerda. Simplemente, no se le dio ese golpe que lo dejara en la lona. Al contrario, Colombia se nubló y ellos si supieron cobrar.
Hay que tocar algunas piezas y seguir adelante. Esta familia llamada Selección Colombia no puede tirar este lindo trabajo a la basura. Al contrario, esta debe ser la primera piedra para comenzar a saber disputar finales y lucharlas. Se viene un Mundial y si se mantiene esta base; se le agregan nuevos nombres, se le dan minutos a jóvenes talentos; las alegrarías llegarán solas. No hay que acabar con todo. Hay que comenzar a construir.
Tuvieron que pasar 30 años para quitarnos esa herida que nos dejó el Mundial de 1994 en Estados Unidos. Este grupo de grandes jugadores y lleno de talento escribió una linda historia, que seguramente comenzará a borrar lo mal que la pasó en el país después de esas duras derrotas y la muerte de Andrés Escobar. El fútbol da revanchas y en unos meses nos volveremos a juntar para vibrar al lado de este equipo. No hay nada que reprochar.