Colombia vuelve a una final de Copa América después de 23 años

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El grito de todo un país en 26 guerreros. AP
El grito de todo un país en 26 guerreros. AP

En un partido vibrante, Colombia venció a Uruguay en el ‘Bank of America’ de Charlotte por la mínima diferencia gracias al tanto de cabeza de Jefferson Lerma. Gracias a este resultado, los dirigidos por Néstor Lorenzo vuelven a una final de Copa América después de 23 años. El próximo rival será Argentina el próximo 14 de julio en Miami.

Era un cita con la historia la que tenía la Selección Colombia. Llegó como una de las favoritas y mantuvo su rótulo en lo más alto. Ante Uruguay supo sufrir, se salió del libreto y terminó ganando una semifinal de manera épica.

El duelo arrancó con análisis de ambos equipos. Se midieron el aceite y se fueron probando. El que pegó primero fue Uruguay con Darwin Núñez. Colombia respondió con un remate de cabeza de Jhon Córdoba. En el campo de juego se vivió “una batalla” y no se regalaron nada. Sin embargo, Jefferson Lerma abrió el marcador de cabeza tras un centro de James Rodríguez que completó su sexta asistencia en la Copa América, superando a Lionel Messi.

Sin embargo, no todo fue alegría. Antes de caer el telón, Daniel Múñoz se hizo expulsar de manera infantil y no todo fue alegría. Se venía un gigante del continente con todas sus armas y Colombia con uno menos por una irresponsabilidad de una de las figuras cafeteras en la Copa América.

Para la segunda parte, Lorenzo movió el banco y le dio ingreso a Santiago Arias por Jhon Arias. Necesitaba recomponer la defensa y poner un hombre de experiencia que pusiera un ladrillo más. De ahí en adelante fue “una batalla”. Colombia supo sufrir y en 45 minutos y monedas se le plantó un rival muy duro como Uruguay. Pudo liquidar las acciones pero Matheus Uribe -que entró muy bien- le faltó puntería. Los cambios sirvieron y fueron muy pocas las veces que la Celeste asustó el arco de Camilo Vargas.

Colombia logró meterse nuevamente en una final. Tuvieron que pasar grandes jugadores y 23 años para volver a tener una alegría inmensa con una generación repleta de grandes jugadores liderados por James Rodríguez y con una columna vertebral que cualquier selección quisiera tener. Todo un país sueña con quitarle la corona al último campeón del mundo.