Millonarios no pasa del empate contra Bolívar y va resignando sus opciones en Copa Libertadores
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No había más opción para Millonarios que ganar. La victoria de Palestino sobre Flamengo 24 horas antes le abrió buenas posibilidades al conjunto bogotano de seguir con vida en la Copa Libertadores. Eso sí, tenía que hacer su tarea de local, que iniciaba con la obligación de vencer a Bolívar e ir pensando en el siguiente juego contra el cuadro chileno, también en casa. El Estadio Nemesio Camacho El Campín se abarrotó de ánimos.
La gran novedad albiazul fue el retorno de David Mackalister Silva tras lesión y que se presentaba como una solución en el armado y el plan ofensivo. El juego inició interrumpido. El equipo boliviano propuso choque y logró incomodar el tránsito de la pelota. Cuando Millonarios fue entendiendo la dinámica se pudo acomodar y empezó a buscar a Leonardo Castro en punta. La vía preferida de ambas escuadras estuvo en el contraataque.
La visita sufrió después de 20 minutos la lesión de Jesús Sagredo y Ánderson Ordoñez tuvo que ingresar a recomponer la defensa. Un error en la salida del portero Carlos Lampe permitió que Stiven Vega recuperara la pelota y la cediera para Leonardo Castro, pero el goleador pensó que estaba en fuera de juego y sacó un tirito sin provecho. La llovizna ligera generó cierta esta complejidad para los defensores de ambos lados a la hora de ir a los cierres.
Leonardo Castro siguió generando peligro, aprovechando un centro de Sánder Navarro y sacando una volea contra el suelo que encontró bien parado a Lampe. Eso fue lo último del artillero, pues había sufrido una caída minutos atrás que le afectó el hombro derecho y no pudo continuar. Santiago Giordana fue el relevo natural para mantener el esquema.
Cerca del descanso, Millonarios se fue con todo al ataque. Los remates de Navarro y Juan Carlos Pereira fueron los primeros avisos de algo que se venía. Se armó la jugada preparada en el córner y Giordana apareció solo en el segundo sector para el cabezazo que entre Lampe y el larguero evitaron. Andrés Llinás estaba atento en el área chica y, como varios goles trascendentales que ya ha anotado, pudo empujarla para 1-0 al minuto 43.
El segundo tiempo iba a exigir la mayor concentración del Embajador para no sufrir los recurrentes sustos del semestre. De hecho, en el tiempo de adición de la primera mitad, Chico da Costa metió un testarazo a quemarropa y Álvaro Montero atajó con grandeza. Bolívar ha demostrado ser un equipo con muchas condiciones ofensivas y que sabe aprovechar cualquier centímetro de ventaja. Sustitución sorpresiva de Stiven Vega, que venía cumpliendo con calificación destacable, por Daniel Giraldo. Todo indica que hubo alguna lesión.
Émerson Rodríguez tuvo una clarísima para ampliar la ventaja, pues llegaba solo frente al portero y no impactó la pelota. Más allá de eso, Millonarios reculó y estuvo defendiéndose más cerca de su área que en la primera mitad. Los problemas con las lesiones han sido un lastre para Millonarios. Navarro también tuvo que pedir relevo y el elegido, sin rodaje en este semestre, fue Ricardo Rosales.
El la primera que intervino el recién ingresado, recibió tarjeta amarilla. Ese tiro libre lo ejecutó Ramiro Vaca con una curva bien dibujada que se paseó por el área y se clavó en la red junto al palo más alejado. Bolívar lo empató al 67′ y puso al Embajador en una situación muy apretada en la que le tocaba salir a arriesgar. Como se dijo al inicio, no había más opción.
La intención se notó de inmediato. El centro de Ruiz ubicó la cabeza de Giordana y Lampe se lució a mano cambiada para descolgar la pelota de la trayectoria que iba hacia un ángulo. Ahí empezó el festival de la pérdida de tiempo por parte de la visita y, ciertamente, el árbitro argentino Yael Falcón fue cómplice. Alberto Gamero ordenó los ingresos de Yúber Quiñones y del debutante Brayan Campaz. Matar o morir.
Los escasos siete minutos de adición que el colegiado otorgó no correspondieron con la cantidad de interrupciones que hubo. Esa miseria de tiempo adicional llevó a Millonarios a irse a la desesperada. Giordana tuvo el doblete a disposición y la puntería no estuvo de su lado. En eso, Montero tuvo que salvar sobre la línea un riflazo de Erwin Saavedra. Con el empate, Millonarios se va despidiendo de la Libertadores y tendrá que remar para rescatar un cupo a la Copa Sudamericana.