Cristiano Ronaldo apunta al Mundial de 2026 y Portugal da el visto bueno

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CR7 quiere ampliar su legado en 2026 | Reuters

Ningún espectador pudo esquivar las imágenes que dieron la vuelta al mundo, que reflejaban la desesperación y la angustia de Cristiano Ronaldo ante Eslovenia, sus gestos, sus caras, sus lamentaciones… incluso sus lágrimas de impotencia y tristeza, también de culpa, cuando asomaba el comienzo de la segunda parte de la prórroga después de que Oblak le detuviera un penalti. El cinco veces Balón de Oro, de 39 años, es el hombre récord de esta Eurocopa, pero todavía no se ha estrenado con un gol y eso despierta sus demonios.

También Cristiano, icono de los portugueses, nombre que se observa en todas las camisetas de niños y abuelos, ganó el partido con su primer lanzamiento en la tanda. “Era un duelo entre Oblak y Cristiano. Si fallaba, creo que la inercia le hubiera dado la victoria a Eslovenia. Si marcaba, cómo hizo, fue un mensaje que animó a sus compañeros“, explica uno de los portugueses que más relación tiene con la selección de Roberto Martínez.

La titularidad de Cristiano en esta Eurocopa no se discute aunque haya jugado en una liga menor como la árabe. Por mucho que lleve un año y medio preparando esta cita con sus entrenamientos estajanovistas e invisibles, el tiempo no pasa en balde, y afecta la falta de competitividad en la liga y en los entrenamientos en el día a día. “Su cuidado y su ambición son las mismas que cuando tenía 16 años. Es el ejemplo que se pone a todos los jugadores de cómo debería cuidarse un futbolista“, comentó el nutricionista José Blesa a Relevo.

Pero si genera debate la gestión de que juegue todos los minutos, teniendo en cuenta su edad y que Portugal tiene otras soluciones dentro del banquillo aunque no hayan rendido demasiado con un equipo que está invicto desde que lo cogió Roberto Martínez hasta llegar a una Eurocopa, donde Georgia rompió la estadística. De hecho, y aunque las imágenes de Cristiano Ronaldo puedan invitar a pensar que esta Eurocopa es su última competición y que su aura se apaga, nada más lejos de la realidad.

Un pacto y un deseo que se prolonga dos años más

Cuando Roberto Martínez llegó a la selección, en 2023, ni se planteó por un momento prescindir de Cristiano, todo lo contrario. Roberto Martínez fue a Arabia a reunirse con él y a acordar una serie de compromisos, como la forma de las concentraciones y el rol del futbolista, titular en todos los partidos y solo sustituido ante Georgia. Cristiano Ronaldo decidirá cuándo él quiera dejar la selección, después de 14 años en los que los ingresos de la federación han crecido exponencialmente gracias que genera la estrella mundial.

Los enviados especiales que acompañan a la selección lusa también están mayoritariamente de acuerdo en que Ronaldo debe jugar y en que, como él siempre ha dicho, le pase como en el ketchup: cuando marque uno salgan todos de golpe. Tampoco en la Eurocopa de Francia, que ganaron los lusos, tuvo su mejor actuación (Pepe terminó siendo el MVP portugués), pero a la hora de decidir un encuentro por un detalle, un remate o una falta, Cristiano sigue siendo el que más confianza genera de todo el combinado nacional… por mucho que no esté teniendo su campeonato en Alemania.

Nunca se ha marchado de un gran torneo sin goles y cuatro partidos sin lograrlo no hacen más que empeorar su templanza, que en términos de competitividad sigue siendo la de un “joven de 39 años”. El viernes, en Hamburgo ante Francia, Cristiano tendrá una nueva oportunidad de redimirse en la que, eso seguro, será su última Eurocopa.

*Con información de Relevo

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