En los últimos años, Estados Unidos ha experimentado un notable protagonismo en el mundo del fútbol, un deporte que históricamente no ha sido el predominante en el país. Sin embargo, los eventos que albergará en los próximos años reflejan claramente su crecimiento y consolidación como una potencia emergente en el balompié internacional.
Comenzando por la rama femenina, Estados Unidos se ha consagrado como referente absoluta. Sus selecciones han alcanzado el éxito en torneos de alto nivel, como la Copa del Mundo Femenina de la FIFA y los Juegos Olímpicos. Su dominio se ha visto reflejado en la cantidad de títulos obtenidos y en el impacto que han generado en la popularidad del fútbol femenino en todo el mundo.
En cuanto al equipo masculino, si bien ha tenido altibajos en el pasado, recientemente ha mostrado un claro progreso. El equipo nacional ha logrado consolidarse como el dominante de la Confederación de Fútbol de América del Norte, Central y el Caribe (Concacaf). Han obtenido títulos de la Copa Oro y Nations League, y han demostrado un rendimiento cada vez más competitivo en competiciones internacionales.
El crecimiento del fútbol en Estados Unidos no se limita solo a sus selecciones nacionales. El país ha sido seleccionado como sede de importantes eventos futbolísticos en los próximos años. En el año 2024, albergará la Copa América, el torneo más antiguo de selecciones en el continente americano. Además, también será sede de la Copa Oro Femenil y el Mundial de Clubes en 2024 y 2025, respectivamente. Estos eventos de renombre mundial son un claro reconocimiento a la creciente relevancia y capacidad organizativa del país.
El Mundial, la gran cita
El punto cumbre de este protagonismo llegará en 2026, cuando Estados Unidos, junto con México y Canadá, sea sede del Mundial de la FIFA. Será la primera vez en la historia que el torneo se dispute en tres países y, sin duda, será una oportunidad para que Estados Unidos demuestre su capacidad para organizar un evento de esta magnitud y su pasión por el fútbol.
No obstante, el futuro del fútbol en Estados Unidos no se detiene ahí. El país también se ha postulado como posible sede del Mundial Femenino en 2027, lo que consolidaría aún más su papel en el desarrollo y promoción del fútbol femenino a nivel global.
Además de su crecimiento como selección, Estados Unidos también ha exportado jugadores talentosos a las mejores ligas del mundo desde la MLS. Cada vez es más común ver a futbolistas estadounidenses destacándose en equipos europeos de renombre, lo que demuestra el progreso en la calidad y formación de jugadores en el país.
El ascenso de Estados Unidos en el fútbol es evidente y se ha vuelto un referente en el ámbito internacional. Su protagonismo en los eventos que albergará en los próximos años, tanto en la rama femenina como en la masculina, así como su capacidad para exportar jugadores de calidad, son señales claras de que el fútbol está adquiriendo cada vez más relevancia en el país y se está convirtiendo en epicentro del balompié mundial, a pesar de no ser el deporte predominante en su cultura deportiva.