Aficionados molestos al impedírseles el ingreso a un partido de la liga salvadoreña derribaron un portón de acceso al estadio, provocando una estampida que deja 12 muertos y decenas de lesionados, según dijeron las autoridades y testigos el domingo.
La avalancha se produjo cuando aficionados derribaron uno de los portones de ingreso durante el encuentro que Alianza y FAS disputaban la noche del sábado por la vuelta de los cuartos de final del torneo de primera división en el estadio Cuscatlán, situado en la periferia sur de la capital salvadoreña.
“El partido estaba programado para las 7.30 de la noche (del sábado), pero cerraron el portón a las siete y nos quedamos fuera con los boletos en la mano”, contó a The Associated Press José Ángel Penado, un aficionado de Alianza. “La gente se enojó. Todos pedíamos que nos dejaran entrar, pero no, y derribaron el portón”.
El director general de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas, confirmó que la avalancha dejó 12 víctimas, nueve en el estadio y tres más que en los centros hospitalarios.
“Fue una noche de terror, nunca pensé que me pasaría esto, pero afortunadamente yo solo tengo algunos golpes… pero no todos corrieron mi suerte”, dijo a AP Tomás Renderos, otro aficionado de Alianza, al salir de un hospital donde recibió atención médica.
El partido fue suspendido a los 16 minutos del primer tiempo, y con el marcador 0-0, cuando los aficionados en las gradas empezaron a pedir frenéticamente auxilio a los afectados.
La televisión local transmitió imágenes en vivo de la estampida de aficionados de Alianza que derribaron el portón del sector general y decenas alcanzaron el terreno de juego donde fueron atendidos por los cuerpos de socorro.
“El Salvador está de luto”, señaló la secretaría de prensa del presidente salvadoreño Nayib Bukele.
El director de Protección Civil, Luis Amaya, dijo que unas 500 personas recibieron atención en el estadio y aproximadamente un centenar debieron ser trasladadas a hospitales. Dos de los heridos en los hospitales se encuentran en estado grave.
“Quisiera transmitir mi más sentido pésame a los familiares y amigos de las víctimas que han perdido la vida en los trágicos incidentes que tuvieron lugar en El Salvador”, dijo el presidente de la FIFA Gianni Infantino en un discurso pronunciado el domingo en un discurso ante la Organización Mundial de la Salud en Ginebra.
Bukele dijo en su cuenta oficial de Twitter que se realizará una investigación exhaustiva y que lo ocurrido en el estadio no quedará en la impunidad.
En un comunicado de prensa, la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el caribe de Futbol (CONCACAF) se solidarizó con las víctimas y dijo que “apoyará todo esfuerzo encaminado a esclarecer los sucedido y a implementar medidas que logren evitar este tipo de incidentes en un futuro”.
“La PNC (Policía Nacional Civil) y la FGR (Fiscalía General de la República) realizarán una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el estadio Cuscatlán. Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc. Sean quienes sean los culpables, no quedarán en la impunidad”, dijo Bukele.
Pedro Hernández, presidente de la primera división del fútbol salvadoreño, señaló que la información recabada preliminarmente apunta a que la estampida se produjo cuando aficionados derribaron el portón de acceso al sector general.
El sector estaba asignado exclusivamente para los aficionados de Alianza, que era el local y esa noche administraba el estadio, propiedad de una empresa privada.
“Vamos a investigar desde la venta de boletería, los ingresos al estadio, pero especialmente de la zona sur; dónde y por qué sólo se abrió un portón, vamos a investigar esas responsabilidades penales”, dijo Arriza Chicas.
El jefe policial dijo a los periodistas que: “Preliminarmente hemos encontrado que hubo sobresaturación de venta electrónica”.
Explicó que en cada acceso al estadio habían oficiales de la policía para apoyar a los organizadores del evento y aseguró que “se le recomendó a las autoridades que abrieran el otro acceso al sur, pero ellos no quisieron y esas son parte de las investigaciones”.
Además, las ambulancias de los cuerpos de socorro que llegaron al estadio para atender a los sobrevivientes tuvieron problemas para el acceso debido a que varias personas obstaculizaron el paso.
“No podemos dejar de lamentar y condenar que algunas personas inescrupulosas, en lugar de colaborar, impidieron el paso a los socorristas y las ambulancias. Esto es repudiable”, dijo el ministro de Gobernación Juan Carlos Bidegain.
En tanto, familiares de las personas fallecidas en la tragedia continuaban llegando al estatal Instituto de Medicina Legal de San Salvador para el reconocimiento de ley y que les entregaran los cuerpos para su sepelio.
La tragedia en Cuscatlán recordó otro lamentable suceso en El Salvador, ocurrido el 7 de marzo de 2004 en el estadio Jorge “Mágico González”. Por culpa del mal manejo de la pólvora en la tribuna popular, se produjo una explosión y un aficionado murió y ocho más resultaron heridos, en un partido entre Alianza y el desaparecido San Salvador.