Albania, en el último suspiro, le empata a Croacia y lo deja en ‘jaque’ rumbo a la siguiente fase de Eurocopa

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Croacia toma un segundo aire, de gran importancia, para seguir con vida en la Eurocopa. Después de haber caído por goleada frente a España, en su debut, le tocaba sí o sí vencer a una aguerrida Albania que hizo todo lo posible por lograr el ‘batacazo’, pero al menos rescató un punto clave en las últimas acciones del partido, provocando la desazón de su rival. A fin de cuentas, ambos oncenos quedan con vida para soñar con la clasificación a la siguiente fase.

Los ‘ajedrezados’ se vieron muy mal en el primer episodio. Si bien se adueñaron de la pelota, este domino no se tradujo casi en oportunidades de gol; es más, el juego directo de Albania hizo ver muy mal a la defensa. Apenas inició el juego y fueron sorprendidos con el tanto inicial, a los 11′, por obra y gracia de Qazim Laçi, volante que milita en el Sparta Praga.

Laçi aprovechó una gran jugada colectiva y, en especial, un pase soberbio de Jasir Asani rumbo al área, tras la apertura a la banda derecha y un centro arriba que armó un intervalo entre dos defensores. El creativo cazó el espacio y definió con el golpe de cabeza, impulsándose en los aires y enviando la pelota a guardar. El ‘mazazo’ dejó con nervios a Croacia, que nunca superó a su rival en la primera mitad y hasta pudo recibir el segundo gol, de no ser por una brillante atajada de Dominik Livaković.

La charla del entretiempo, por intermedio de Dalić, motivó a los croatas y lucieron otra cara para el segundo tiempo, arrinconando al elenco albano sobre su pórtico. El ganador hasta entonces un gran esfuerzo defensivo, el cual solo permitía que su rival disparara de media distancia y pusiera a brillar a Thomas Strakosha, golero del Brentford inglés; no obstante, la igualdad tenía que llegar en algún momento.

Igualó el marcador Andrej Kramarić a los 74 minutos, cuando la situación pasaba de castaña a oscura y Croacia no veía por dónde. La agilidad en los pases y la rapidez en proyección al ataque, sin duda, llevaron a que el ariete definiera tras un pase de Ante Budimir. Recortó ante un defensor en el área y tiró la esférica, a ras de piso, directo al palo derecho, inatajable para Strakosha.

Los siguientes minutos se convirtieron en una pesadilla para Albania, ya que tan solo dos minutos después, un gol en contra de Klaus Gjasula sentenciaría parcialmente a los ‘Rojinegros’. De nuevo Budimir, la gran figura del juego, arrastró al portero en llegada a línea de fondo y tocó el balón al centro del área. Terminó impactando una de las cartas para el segundo tiempo, Luka Sučić, con un tiro que se desvió en la humanidad de Gjasula. A pesar de que los albanos se quedaron pidiendo una falta previa, el árbitro no la interpretó como tal.

El milagro para Albania, a pesar de todo, se dio casi que en la última jugada. El empate final llegó por intermedio del mismo Gjasula, quien había empujado sin querer el balón en sus propias redes. El destino y el fútbol le entregaron la revancha ahí mismo, después de que su escuadra acorralara a Croacia y él se hiciera un festín gracias a un error imperdonable de Croacia en la defensa. Casi que en soledad, el futbolista del Darmstadt alemán sacó un latigazo con zurda, de primera intención, para sellar un momento inolvidable en su carrera.

A fin de cuentas, Croacia dejó ir una oportunidad de ponerse a tiro en el grupo y hasta terminó pidiendo la hora, pues incluso lo pudo perder en la agonía del cotejo. Su prueba de fuego, para soñar con la clasificación, será ante Italia el próximo lunes 24 de junio; por su parte, Albania tendrá que bailar con la más fea, pues jugará contra España ese mismo día.

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