Georges Mikautadze y su increíble historia de superación

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Mikautadze se crece con su selección | REUTERS/Lisi Niesner
Mikautadze se crece con su selección | REUTERS/Lisi Niesner

Aunque no se pueda decir que esta Georgia está opositando a ser uno de esos equipos fetiche para seguir durante el campeonato por su desempeño colectivo, sí es uno de esos combinados que despertaba curiosidad por las historias que la componen. Y una de las que más llamaban la atención era sin duda la que envolvía a la figura de Georges Mikautadze, el que hasta ahora se ha destapado como único goleador de la selección entrenada por Sagnol.

Mikautadze se ha destacado de manera asombrosa como uno de los elementos a tener en cuenta en Georgia, primero marcando el único gol georgiano ante Turquía, que acabó siendo inútil tras los tres zarpazos de los de Montella; y también del penal lanzado ante Chequia. Un gol que permitió soñar durante un rato a los georgianos con una victoria ante los checos, a priori, superiores a los georgianos. Dos goles clave que consiguieron insuflar esperanza y marcar territorio.

Es precisamente la vuelta a los orígenes la que le ha facilitado ser hoy uno de los futbolistas más llamativos de Georgia en la Eurocopa. Y todo ello a pesar de lo difícil de la temporada con el Metz, que ha acabado por descender a la Ligue 2. Los 13 goles cosechados por Mikautadze en su vuelta a casa en apenas seis meses no fueron suficientes para salvar del descenso al equipo que este verano, tras la cesión, decidió firmarlo por 13M€ y buscar un destino afín a su talento que puede estar, de nuevo, lejos de la comodidad de Metz.

Sin tener un físico llamativo, Georges Mikautadze posee una potencia y una facilidad para ganar la posición que le convierte en un jugador difícil de leer y parar en el área. Esa capacidad, unida a una buena técnica a la hora de mirar a portería le han dotado a Georgia de un arma fundamental para entender sus opciones a pesar de la tibieza de su gran estrella, Kvicha Kvaratskhelia, que se ha presentado en la cita europea con una imagen más trabajadora que brillante.

La incomodidad del aún extremo del Napoli ha destapado la sensación de que Georgia podía depender demasiado de su nivel. Quizá distraído por la situación particular que está viviendo en su club, Kvaratskhelia ha delegado más de lo esperado en sus compañeros la capacidad de la selección para soñar con los octavos de final. Con otros roles claros a la hora de liderar, como Mamardashvili, líder en la portería, o Kashia, líder en la defensa, Mikautadze se ha revelado como otra de las figuras a las que tener en cuenta para medir el peso de Georgia y su fútbol.

Un crecimiento reposado en Francia

Nacido en Lyon en el año 2000 (año de Eurocopa), sus padres georgianos no le dejaron olvidar cuáles eran sus raíces. Su fútbol, en cambio, sí bebió de manera clara de la cultura futbolística francesa. El joven Mikautadze futbolista dio sus primeros pasos en el Gerland, un humilde club que le abrió las puertas para ser observado y firmado por el todopoderoso Olympique de Lyon en el año 2008. Con sólo quince años, fue captado por el AS Saint-Priest en National 3, de donde saldría sólo dos años después hacia el Metz, el club donde empezó a deslumbrar como delantero.

Salvo por una cesión al RFC Seraing en 2020, la evolución de Mikautadze se desarrolló en su totalidad con la elástica del Metz, con la que debutó en Ligue 1 ante el Niza en diciembre de 2019. Sus números y la sensación de poder ir a más le acercaron a dar un salto arriesgado, a una liga nueva y a un club como el Ajax, con la ambición, a priori, de recuperar unas sensaciones perdidas hace tiempo. Y a pesar de todo, con sólo 6 partidos disputados después, la salida de Mikautadze, con una cesión con opción de compra, era una realidad en enero de 2024. Meses después de haber dejado Metz, el georgiano volvía a casa para dar argumentos a su seleccionador antes de la Euro.

En un paralelismo interesante con Willy Sagnol, Mikautadze nació en Francia, pero representa a Georgia. En el caso del exinternacional francés, también es nacido en el país galo y, hoy, es el entrenador que ha conducido a esta selección de Georgia a la Eurocopa en su primera vez dentro de la cita internacional europea. Un hito que más allá de la celebración por ser parte de este notable elenco de selecciones, merecía el talento para defender en Alemania ese honor. Algo que está mostrando, en gran medida, el delantero del Metz.

Con información de Relevo

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