Sven-Goran Eriksson habla sobre su estado de salud: “No sé cuánto tiempo me queda, es mejor no saberlo”
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“Para empezar, perdón por llegar tarde. Esta columna debía haberse publicado antes del torneo, pero tuve un pequeño revés, aunque ahora me siento mucho mejor”. De esta manera, natural y abierta, arrancaba Sven-Goran Eriksson su artículo en The Telegraph. El sueco, exseleccionador inglés (2001-2006), es una de las firmas del periódico británico que comentará la Eurocopa. El plan era que su primera columna apareciera antes del inicio del torneo, el 14 de junio. Sin embargo, un contratiempo causado por el cáncer que sufre desde hace meses retrasó la salida a la calle del texto.
Antes de valorar el papel de la selección inglesa y de defender a su seleccionador, Southgate, Eriksson dedicó varias líneas para actualizar su estado de salud, a modo de parte médico, a agradecer todas las muestras de cariño que está recibiendo desde que hiciera pública su enfermedad, el pasado mes de enero, e incluso a desvelar alguna visita galáctica. “Desde que salió la noticia de que tengo un cáncer terminal, he viajado por toda Suecia, Inglaterra, Italia y Portugal, y muchas veces se me han saltado las lágrimas ante la amabilidad de la gente. Generalmente descubres que todo el mundo habla muy bien de las personas cuando están muertas. Tengo suerte de que hablen bien de mí mientras esté vivo”, escribió.
Cuando comunicó que padecía cáncer declaró que en el mejor de los casos le quedaba un año de vida. Él ha decidido vivir en el presente: “El calor y el amor me han dado energía y felicidad, y sin duda me han ayudado a mantener una actitud positiva con respecto a mi salud. Tengo una enfermedad y todo el mundo lo sabe, pero hasta ahora estoy bien. Todavía me mantengo en pie. Si le preguntas a los médicos cuánto tiempo me queda de vida, no te podrán responder. ¿Me preocupa? Creo que es mejor no saberlo”.
Eriksson reconoce en el artículo de The Telegraph que sus días son una montaña rusa, pero que para equilibrar tanto duro vaivén se agarra a una actitud presidida por la fe y la confianza: “Hay que intentar mantener una actitud positiva en situaciones como ésta, así es como siempre he vivido mi vida. Me gusta conocer gente y vivir una vida normal tanto como sea posible. No quiero sentarme a sentir lástima por mí mismo. No, gracias. Con eso no se resuelve nada. En el día a día, todo va un poco por las nubes. Algunas mañanas me despierto sintiéndome totalmente perfecto. Bueno, casi. Y otras mañanas es un problema. Pero los días buenos siguen ahí y estoy bien”.
A lo largo de estos meses, el sueco ha recibido varios homenajes, infinidad de mensajes a su teléfono móvil y muchas visitas. La última, o al menos la más mediática, la sacó a la luz en su columna: David Beckham. El crack inglés fue su pupilo en la selección y ambos guardan una relación excelente: “David me llamó por teléfono y me dijo que iba a venir. Eso muestra quién es Beckham. No tenía ninguna necesidad de venir aquí pero quería hacerlo. Llegó con seis botellas de vino, incluida una de 1948, que es el año en que nací. Así es David Beckham, tal como lo conocí, una persona extremadamente buena. He recibido mensajes de muchos otros jugadores ingleses, como Wayne Rooney y Steven Gerrard. El mayor contacto que he tenido quizás es el de Roberto Mancini, fue mi capitán durante nueve años y todo el mundo sabe quién es. Mancini y Beckham eran muy buenos capitanes y personas fantásticas”.
Defensa y confianza en Southgate
Una vez aclarada su ‘ausencia’ en The Telegraph, abordó el papel de Inglaterra en la Eurocopa, las dudas que genera el grupo y las duras críticas que está recibiendo Gareth Southgate, el seleccionador. Un puesto que el sueco ocupó durante cinco años. Pocos como Eriksson para comprender lo que estará pasando el técnico. “Las críticas nunca cesan. Se acumulan hasta el día antes del primer partido y luego, si no es una victoria por 5-0, o algo así, llegan las críticas. La presión como seleccionador de Inglaterra es inmensa. Inglaterra es uno de los países con más fútbol del mundo, pero también es como un sueño: hay que sacar lo positivo de ello. Cuando sales del país para ir a un torneo importante tienes la sensación de que tienes una misión. Casi sientes que tienes 60 millones de personas apoyándote y empujándote: ve y gana por nosotros. Te sientes como si fueras los Beatles. Es una fiesta de fútbol durante un mes y es fantástico formar parte de ella. Es una gran experiencia en la vida. Las críticas son parte del trabajo. Gareth Southgate es lo suficientemente grande como para manejarlas”.
El sueco sacó el escudo para defender a su colega: “Esperemos que actúe con cabeza y no cambie demasiado al equipo. Nunca es bueno tener que cambiar a tres, cuatro o cinco jugadores. Si gana la Eurocopa 2024 se quedará mucho tiempo. ¿Hablan hoy de cambiar de entrenador? Ni lo escuchen. Conoce a los jugadores mejor que nadie y siente el ambiente cada día. No tiene sentido negar que hasta ahora no ha sido brillante para Inglaterra. No han creado muchas ocasiones pero no han concedido casi nada. Pero no estoy preocupado (…) Significaría mucho para mí si Inglaterra pudiera ganar este año. Quiero que tengan éxito donde sea que jueguen. Creo que tienen muchas posibilidades de llegar lejos. Todavía hay muchos buenos jugadores. Cuando miro a Jude Bellingham, me recuerda a Rooney . Son jugadores diferentes pero su edad, valentía y poder es algo que ambos comparten. Bellingham será uno de los jugadores que Inglaterra necesitará y será una de las estrellas del torneo. Inglaterra tuvo suerte de estar en este lado del sorteo y debería ser posible vencer a cualquier equipo en esa mitad, pero luego será más difícil. Inglaterra vencerá a Eslovaquia el domingo y llegará lejos. ¡Buena suerte, Gareth!”.