Un título, lo que le falta a una era dorada de Inglaterra

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Jude Bellingham, jugador de la selección de Inglaterra | Reuters
Jude Bellingham, jugador de la selección de Inglaterra | Reuters

La selección de Inglaterra que dirige Gareth Southgate tiene una misión complicada de terminar con la sequía de títulos que data desde la Copa del Mundo de 1966 cuando enfrenten este fin de semana a España dentro del Estadio Olímpico de Berlín bajo el marco de la Eurocopa 2024, torneo al que llegaron entre los principales favoritos a ser campeones. 

Con uno de los tres planteles más jóvenes del torneo de esta edición, el combinado inglés tampoco es que carezca de tanta experiencia debido a que jugadores como Jude Bellingham vienen de temporadas extraordinarias con sus respectivos clubes, sin olvidar que acudieron a la final pasada que se celebró en 2021.

Lo curioso es que el equipo apenas vivirá su segunda final en su historia dentro de la Eurocopa y tienen en sus manos la responsabilidad de terminar con la maldición de la falta de títulos desde que se coronaron en casa con un Mundial. El problema es que el equipo deja dudas, sobre todo porque hay aficionados que piensan que el estilo no es acorde a la calidad de sus futbolistas. 

Gareth Southgate tomó a Inglaterra desde 2016 y con varios años sobre el equipo, el técnico tendrá que aprovechar una generación dorada que cuenta con un promedio de 26.2 años, tres años más que los de la Eurocopa pasada, pero todavía con un futuro por delante. 

Cole Palmer y Gareth Southgate con Inglaterra | Reuters
Cole Palmer y Gareth Southgate con Inglaterra | Reuters

El trabajo de Inglaterra va desde su paso por todas las categorías inferiores con campeonatos como el Mundial sub 17 en 2017, el Europeo sub 17 de 2017, Eurocopa sub 19 en 2022 y la sub 21 en 2023, sin olvidar que mientras eso sucedía la selección absoluta llegó a la semifinal del Mundial 2018, más un subcampeonato de la Euro pasada.  

Así que Gareth Southgate tuvo que combinar el talento joven con elementos de mayor experiencia tal como Harry Kane y Kyle Walker, el resultado de darles oportunidades dentro de la Premier League, una liga sumamente competitiva donde es complicado para el talento joven consagrarse por encima de futbolistas ya establecidos. El objetivo es claro: capitalizar a una generación dorada con un campeonato continental. 

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