¡El Feyenoord de Santi Giménez eliminado! La Roma logra el pase a octavos de final de la Europa League, al vencer en una dramática tanda de penaltis
- Santi Giménez termina su sequía goleadora con anotación ante la Roma en la Europa League
- Lorenzo Pellegrini acaba con la celebración de Santi Giménez y pone la paridad
- Así lo vivimos
La Roma logró el pase a los octavos de final de la Europa League en una dramática serie de penaltis que terminó 4-2 ante el Feyenoord en el Estadio Olímpico de Roma, luego de empatar 1-1 en los 90 minutos reglamentarios, 2-2 en el marcador global, y tras 30 minutos más sin movimiento. Los italianos le repitieron la dosis a los neerlandeses, tras la eliminación del año pasado en cuartos de final.
Santi Giménez volvió a la titularidad y rompió su sequía goleadora, disputó 78 minutos y salió cunado el juego estaba igualado a un gol.
Los equipos llegaban con la eliminatoria abierta, luego de empatar en el duelo de ida a un gol en Rotterdam, donde el mexicano fue suplente e ingresó en los minutos finales del juego, buscando retomar ritmo, tras la lesión que sufrió.
Santi rompe la sequía
Los visitantes madrugaron a la Roma al minuto 5’, luego de que en una serie de rebotes y un disparo que terminó siendo tapado, el balón salió en la dirección de Santi Giménez, quien estuvo atento y tal cual puso “el pecho a la bala” para abrir el marcador y acabar con su sequía de más de un mes sin marcar.
Lorenzo Pellegrini pone la paridad con un golazo
El gol no le vino bien a los neerlandeses, ya que despertó a una Roma que se lanzó con todo al frente buscando el empate y encontraron la recompensa tan solo diez minutos después, al 15’, con un golazo de Lorenzo Pellegrini, quien recibió el balón en el borde izquierdo del área y recortando su marca hacia el centro, sacó un potente disparo cruzado que superó el lance de Timon Wellenreuther y se anidó en el ángulo para mover las redes y poner el 1-1.
Con la paridad, ambos equipos cerraron los espacios, la lucha por el balón se endureció y las acciones se volvieron ríspidas, para mandar a ambos conjuntos al descanso con la paridad en el marcador.
Segundo tiempo sin emociones
Para el complemento, la tónica del duelo se mantuvo, ambos equipos bien parados, cerrando los espacios y con pocas oportunidades claras de gol, gracias a las buenas coberturas de las zagas o las intervenciones de los guardametas, lo que generó que poco a poco el ambiente se fuera tensando y el fantasma de la definición en tiempo extra o penales comenzó a rondar por el Olímpico.
Y las malas noticias se presentaron para los locales, que perdieron al defensa Diego Llorente sobre el final tiempo reglamentario, al 86’, por lesión. En tanto, los 90 minutos se cumplieron y la defición del juego se fue a la prorroga.
Lukaku casi termina todo en el tiempo extra
El Feyenoord fue más agresivo en los primeros minutos del tiempo extra, acechó la meta de Mile Svilar, aunque sin poder abrir a una muy bien para defensa romana. Los minutos comenzaban a pasar y aunque los equipos intentaban generar peligro, la carga de minutos en las piernas les comenzaba a pasar factura, hasta que en el último suspiro del tiempo suplementario por poco Lukaku lo acaba todo con un potente disparo cruzado que Timon Wellenreuther atajó muy bien para mandar a tiro de esquina y tras ello a la definición en la tanda de penaltis.
Los fatídicos penales eliminan al Feyenoord
La Roma abrió la tanda con el buen cobro de Leandro Paredes, Ayase Ueda puso la paridad para el Feyenoord; vendría el turno para Romelu Lukaku, a quien Wellenreuther atajó el cobro al lanzarse de buena forma a su costado izquierdo, Dávid Hancko también fallaría para dejar la paridad. Bryan Cristante volvería a poner al frente a la Roma con su tercer cobro y llegaría el turno para Alireza Jahanbakhsh que errando su cobro y dejando contra las cuerdas al Feyenoord.
Ahora fue el turno de Houssem Aouar, quien amplió la ventaja 3-1 y ponía todo el peso sobre Quilindschy Hartman, quien daría vida al Feyenoord.
Nicola Zalewski tenía el último cobro de la Roma y lo haría con gran maestría para dejar tendidos a los neerlandeses y asegurar su boleto a los octavos de final.