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El pasado encuentro entre el Olympique Marsella y el AEK Atenas en el Grupo B de la Europa League dejó a los seguidores del equipo griego con un sabor amargo. El portero del AEK, Cican Stankovic, protagonizó un error garrafal que cambió el rumbo del partido.
Hasta el minuto 55 del partido, el AEK Atenas había demostrado una sólida resistencia y una defensa destacable. El marcador estaba igualado 1-1, con un gol anotado por el mediocampista mexicano Orbelín Pineda para los griegos. El equipo estaba en un momento crucial del partido, donde un empate ante un rival como el Olympique Marsella sería un resultado valioso. Sin embargo, en ese momento crucial, Stankovic cometió un error que cambiaría el destino del partido.
El desafortunado incidente tuvo lugar cuando Stankovic recuperó un balón sencillo en su portería, bajo la presión del delantero Vitor Vitinha del Marsella. En ese momento, Stankovic tenía suficiente espacio para despejar el balón con tranquilidad y permitir que su equipo mantuviera la resistencia defensiva. Sin embargo, en lugar de despejar el balón lejos del área, el portero bosnio hizo un contacto erróneo, entregando el esférico al ariete portugués en una situación comprometida.
Penalti y expulsión
Vitinha se encontró de repente mano a mano con Stankovic y, en su intento de regatear al portero, Stankovic optó por lanzarse sobre el delantero, resultando en un claro penalti. El árbitro sancionó la acción tras revisón del VAR, y para empeorar las cosas, decidió mostrarle a Stankovic la tarjeta roja por la entrada imprudente, dejando al AEK Atenas con un hombre menos en el campo.
La entrada de Giorgos Athanasiadis como suplente en la portería no fue suficiente para detener el disparo de penalti de Amine Harit, que otorgó la ventaja al Olympique Marsella. El partido finalmente culminó con una derrota 1-3 para el AEK, una dura lección sobre cómo un error individual puede influir en el resultado de todo un equipo.