El pecado mortal de Jürgen Klopp ante el Atalanta

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Es fácil hablar con el diario en la mano. Pero también es fácil intuir lo que será el almuerzo desde el desayuno. El triunfazo del Atalanta en Anfield ha tenido el sello de Gasperini. El estratega italiano no se escondió y eligió un once adecuado para neutralizar al Liverpool, y lo terminó logrando. Eso sí, el otro lado de la moneda también permitió que eso pasara con una formación poco acostumbrada a citas importantes. Klopp es humano, y así lo ha dejado ver en esta ida de los cuartos de final de la Europa League.

Si no es el arquitecto más importante en la historia del club red pega en el palo. Su larga trayectoria al frente de Liverpool ha traído todo tipo de emociones, pero las alegrías se han disfrutado al máximo. Eso no quiere decir que no se pueda equivocar. Y es que el Liverpool le ha dado la espalda a la Europa League, y cuando quiso reaccionar, el Atalanta ya estaba en fila comprando los boletos de las semifinales.

A pesar de haber tenido en un tramo de la temporada la enfermería llena, Klopp siempre murió con la suya. Y cuando quiso experimentar un nuevo laboratorio, lastimosamente éste explotó. Con la Premier también entre ceja y ceja, el entrenador alemán ha dado la impresión que esta competición es la que más lo trasnocha, por ello ha optado por un once con poca pólvora y el resultado no ha sido el esperado.

Tras el sacudón ahora sí que el Pool será un firme candidato a llevarse la liga inglesa. A la espera de lo que hagan Arsenal y Manchester City, que han salido con vida en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Por lo pronto, los reds se han crucificado en Anfield y sólo un milagro en Bérgamo les dejará con opciones del título internacional.

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