Un golazo de antología deja soñando al Malmo y amarga al Galatasaray sobre la hora

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La Europa League venía despidiéndose del 2024 con grandes juegos. Uno de ellos fue el de Malmo y Galatasaray, donde ambos se midieron el aceite en territorio sueco. En principio, los ‘Leones’ de Turquía venían catapultándose como los favoritos, pero la localía ya empezaba a jugarse sus últimas cartas, evitando a toda costa la relegación del certamen.

El duelo tuvo a dos equipos muy activos en fase ofensiva. Galatasaray tenía por muy buen tiempo la pelota, probando secuencias largas y la elaboración paciente de juego. Por su parte, Malmo intentaba ser más vertical; primó el orden defensivo, atacar por las bandas y ser muy ágiles en el último cuarto de campo.

El Malmo desnudó en principio a la defensa turca

Los primeros minutos resultaron ser de estudio para ambos elencos. Tras un par de aproximaciones para cada bambo, sin tanta peligrosidad sobre los pórticos, el Malmo pegó primero a través de Erik Botheim. Un cabezazo letal sorprendió a la zaga foránea, que se quedó pasmada sin descifrar su movimiento de desmarque.

En efecto, a los 23′, Botheim recibió un centro desde la banda. Jens Larsen, el ejecutor, le metió la pelota como con la mano en el área. La defensa parecía achicar para que cayera en fuera de lugar, pero un caos total y la falta de entendimiento culminó con el ‘pincelazo’ del ariete, quien mandó el útil a todo el palo izquierdo.

Galatasaray se lavó la cara

La visita se recuperó de un doble ‘mazazo’, no solo por el gol, sino a raíz de la lesión sufrida por Dávinson Sánchez, zaguero colombiano que ha sido una prenda de garantía en el onceno turco. Sobre la media hora fue sustituido por Kerem Demirbay, cuya presencia tuvo efecto casi inmediato. Antes de cerrarse el telón del primer episodio, sobre los 43′, Elias Jelert firmó la paridad con una intervención previa del alemán.

Malmo Galatasaray
Galatasaray y Malmo se vieron las caras (Foto: REUTERS)

El carrilero pisó el área y se desató frente a un picante centro de Demirbay. El gesto técnico fue sutil y cerró con broche de oro una enorme secuencia de pases. Jelert, tras el centro al área, sacó un remate de primera intención con su botín derecho y envió el balón a toda una esquina.

Y ahí no se culminaba todo. Para el segundo tiempo, el dominio fue claro para el Galatasaray. El triunfo podía meter a la escuadra de Okan Buruk con altas posibilidades de asegurar por lo menos repesca.

Eso lo supo muy bien Yunus Akgün, quien destrabó la cuestión y puso a ganar a los suyos en Suecia. Frente a la solidez defensiva de su rival, los libros marcan que una pared rompe la táctica. De este modo, a los 56′, orquestó una sociedad con Dries Mertens en el borde del área y Akgün pudo escaparse, hasta sacar un latigazo cruzado e inatajable.

Un golazo salvó el punto para Malmo

Pese a que Malmo se lavó la cara y llegó al arco de Muslera con dos ocasiones de gol creadas, el soberbio tanto de la fecha se iba a presenciar al 90+1′. Sergio Peña, de pierna derecha, pinchó el balón a todo el ángulo superior izquierdo e hizo vibrar el estadio. El peruano, recién ingresado, firmó un golazo digno de apreciar una y otra vez.

Galatasaray se quedó pidiendo la hora. Es más, casi le anotan un gol de taco, pero la situación terminó en igualdad y el Malmo, aún con respiración artificial, sueña con instalarse al menos en repesca para seguir vivo en la competición. Por su parte, los ‘Leones’ pierden una gran oportunidad de estar a medio pie de los octavos de final.

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