Hinchas del Santos incendian el carro de Stiven Mendoza tras el descenso del equipo

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Stiven Mendoza, jugador del Santos de Brasil | Foto: @stevenmendozaoficial

El pasado 6 de diciembre se escribió uno de los capítulos más oscuros del Santos de Brasil. Por primer vez en sus más de 100 años de existencia, el equipo por el que pasaron jugadores como Pelé, Afonsinho, Coutinho, Pepe, Neymar, Rodrygo y otras grandes figuras del fútbol mundial descendió a la segunda división del fútbol brasileño, tras perder por 1-2 ante Fortaleza.

Esta situación, sin duda generó un enorme malestar entre sus hinchas, quienes no dudaron en desfogar su ira en contra de los jugadores de la plantilla del Peixe. Aunque los futbolistas colombianos Steven Mendoza y Alfredo Morelos no estuvieron en cancha, el extremo sí padeció la furia de los seguidores del equipo, quienes no soportaron este duro momento.

Y es que tras la derrota, los seguidores del Santos decidieron incendiar el carro de Mendoza, así como un bus, todo como parte de una reacción de frustración por este duro golpe que recibieron. Según informaron desde Brasil, los aficionados del Peixe no hicieron esto como un acto en contra del jugador, sino porque su vehículo se encontraba en su camino y estaban decididos a acabar con todo lo que estuviera en su camino.

Asimismo, cabe resaltar que desde el pitazo final en el Urbano Caldeira, los hinchas del Santos comenzaron a demostrar todo su descontento por este fracaso deportivo al zafar las sillas para lanzarlas a la grama junto a otro tipo de objetos, razón por la que la policía tuvo que intervenir para ponerle orden a ese descontrol y evacuar a la gente del estadio.

Cabe resaltar que este descenso sin duda es un golpe duro para este equipo que, a lo largo de su historia, ha sumado una gran cantidad de títulos entre los que están ocho del campeonato brasileño, tres de la Copa Libertadores y, además, dos de la desaparecida Copa Intercontinental. No obstante, Santos tuvo un inicio de temporada bastante negativo que hizo temer lo peor.

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