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En la jornada 17 de LaLiga, el Barcelona vivió un trabado enfrentamiento contra el Valencia que terminó en empate, reflejando la lucha intensa en el campo y dejando al equipo catalán con mal sabor de boca.
En el inicio, el Barcelona mostró su preocupante tendencia a arrancar los partidos con cierta desatención, y esta ocasión no fue la excepción. Una mala salida de balón estuvo a punto de costarles caro, ya que el Valencia generó una peligrosa contra que puso a prueba la solidez defensiva del conjunto blaugrana.
El polaco Robert Lewandowski, a pesar de sufrir un golpe en la zona lumbar que causó inquietud en el equipo, logró recuperarse y desempeñó un papel destacado en la primera mitad. Sin embargo, sus intentos de abrir el marcador no fructificaron debido a la falta de precisión en el remate. El Valencia, por su parte, no se quedó atrás y llegó con peligro al área contraria en varias ocasiones, manteniendo en alerta a la defensa del Barcelona.
A medida que avanzaba la primera mitad, el Barcelona fue encontrando su ritmo y logró cerrar el período con un rendimiento superior al de su rival. La mejora se hizo aún más evidente en la segunda mitad, cuando el equipo dirigido por Xavi Hernández tomó la delantera en el minuto 54. Frenkie de Jong deslumbró con un pase magistral de tres dedos para habilitar a Raphinha, quien, en un acto de generosidad, asistió a Joao Félix para que empujara el balón al fondo de la red y colocara al Barcelona en ventaja.
Lo iguala el Valencia
Sin embargo, la alegría del Barcelona se vio empañada cuando el Valencia logró el empate. Un despiste inexplicable de la defensa culé permitió que el balón quedara suelto en el área, y Hugo Guillamón, en su primera titularidad de la temporada, no desaprovechó la oportunidad y clavó un remate imparable en la esquina, dejando a Iñaki Peña sin opciones.
Con el empate en el marcador, el entrenador del Valencia, Rubén Baraja, optó por cerrar filas con una línea de cinco defensas, buscando resguardar el punto obtenido. Mientras tanto, el Barcelona se volcó al ataque en busca de la victoria, pero la eficaz estrategia defensiva del Valencia frustró sus intentos.
Este resultado deja al Barcelona con tres partidos consecutivos sin conocer la victoria en todas las competiciones, alejándose aún más de la cima de LaLiga. En caso de que Girona y Real Madrid salgan victoriosos en sus respectivos encuentros, el equipo azulgrana podría encontrarse a nueve puntos del líder y a siete de su histórico rival