Dani Olmo y un milagro imposible para la Supercopa de España
- Agenda deportiva de hoy: Calendario, resultados y estadísticas, al momento
- LaLiga y la RFEF rechazan la inscripción de Dani Olmo, pero el Barcelona no se rinde
- Grupos del Barcelona solicitan la dimisión inmediata de Joan Laporta y la junta directiva tras el caso de Dani Olmo
El Barcelona ya se ha dirigido al Consejo Superior de Deportes para intentar el enésimo tirabuzón legal que les permita inscribir a Dani Olmo y a Pau Víctor, a pesar de no haber cumplido las normas establecidas para ello. Un escrito de 52 páginas con más de 60 documentos adjuntos. Pretenden incluso contar con ellos en la Supercopa de Arabia. Es lo que se está llamando una “cautelarísima”, aunque no sea el nombre correcto, ya que resulta imposible que el CSD les otorgue una medida así.
“Cautelarísima” implica que el organismo que decide toma una decisión “inaudita parte”, es decir, sin escuchar a las dos partes, solo a los que piden la medida, por la urgencia de la misma. Es decir: que el CSD decidiera inscribir a Olmo y a Víctor sin antes recibir los argumentos de la Federación para no permitirlo. Y eso, en un procedimiento administrativo como el que está llevando el Barcelona con este caso, es altísimamente improbable, tal y como coinciden la totalidad de las fuentes jurídicas consultadas por Relevo. Es que no existe la posibilidad de pedir una “cautelarísima”.
“En el ámbito administrativo, que es donde ahora se sitúa este caso, es de aplicación la ley 39/2015 y en esta ley no se utiliza la terminología de cautelar o cautelarisima. La terminología que usa es de “medidas provisionales”. Y puede adoptarlas en cualquier momento pero son medidas “para asegurar la eficacia de la resolución que pueda recaer”. Dado que se trata de dejar jugar creo sinceramente que no encaja para nada con la idea de la ley Ninguna de las medidas recogidas en este artículo encaja con lo planteado”, explica una de ellas.
“Tendrán que darnos traslado”, confirman fuentes de la RFEF. Es decir: nadie cree que el CSD vaya a tirar por la calle del medio y tomar una decisión por su cuenta. Ni siquiera en la visión más optimista de la norma: “En el apartado i), que sería el más abierto dice “Aquellas otras medidas que para protección de los derechos de los interesados prevean expresamente las leyes (no lo prevé la Ley del Deporte) o se estimen necesarias para asegurar la efectividad de la resolución”. Y es muy difícil para el equipo de Laporta justificar jurídicamente esto.
“Yo creo que es muy difícil que pudiera jugar”, confirma otra fuente. “Podrían hacerlo, si quieren, pero lo lógico es que lo estudien”, aporta otra. Por supuesto que hay muchos recovecos en esta historia. Hay un matiz que parece tonto pero es importante: si han recurrido la no inscripción de sus jugadores, o la desinscripción. ¿Pero no es lo mismo? No.
“Si lo que recurre el Barcelona es la desinscripción sí podría pedir una suspensión de la ejecución de la medida de la RFEF y, en ese supuesto, no necesariamente debe pedirse informe a LaLiga o a la RFEF (Artículo 118 audiencia interesados: La audiencia interesados sólo es obligatoria si han de tenerse en cuenta nuevos hechos o documentos no recogidos en el expediente)”, afirma este experto jurista especializado en derecho deportivo. Si han recurrido la ‘no inscripción’, que sería bastante torpe, tendrían casi imposible que les concedieran una suspensión de ejecución.
De todas formas el tiempo, los plazos, están en su contra de forma brutal: “Si el Barça no aporta nuevos hechos o nuevos documentos que no estuvieran en expediente, no hay obligación pedir informes a la RFEF o a LaLiga. Aunque sí pueden hacerlo si quieren”, matiza. Si conceden alegaciones, que es lo normal, el plazo según la Ley de procedimiento administrativo es de 10 días en un caso normal, y de 5 días en una tramitación urgente. Eso, repetimos, si dan periodo de alegaciones. “A mí no me encaja demasiado el concepto de medida provisional”, sentencia esta fuente.
El viaje de Olmo a Arabia, por lo tanto, se puede encajar como una medida de presión, o un agarrarse a un clavo ardiendo si uno quiere pensar mal, o simplemente una forma de mantener al futbolista involucrado con el equipo y en rutina de entrenamientos. Lo que, ahora mismo, parece ciencia ficción es que vaya a poder disputar un minuto de juego en Jeddah. Y ya veremos en el resto de la temporada. Al menos con el Barcelona…