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El FC Barcelona se encuentra actualmente en medio de un proceso legal que ha generado mucha atención mediática en los últimos meses. El último auto del juez Aguirre, encargado del Caso Negreira, ha dictaminado que el Barcelona será investigado por un presunto delito de cohecho debido al pago de 7.5 millones de euros al vicepresidente del Comité Técnico Arbitral, José María Enríquez Negreira.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de las acusaciones, el Barcelona ha transmitido una sensación de tranquilidad ante las nuevas actualizaciones de la resolución del juez del Caso Negreira. Según medios catalanes, el equipo legal del club ya había previsto esta resolución y ha estado trabajando en su defensa de manera meticulosa.
Una de las principales razones para la tranquilidad del Barcelona radica en su argumento de que no se trata de un delito de corrupción entre particulares, ya que no hay evidencia de que se haya comprado un partido de fútbol ni se haya sobornado a un árbitro. En cambio, el caso se centra en el supuesto cohecho, que implica el pago de una suma considerable de dinero a un funcionario público por el cumplimiento de sus funciones.
El Barcelona sostiene que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no puede considerarse un organismo público, y los árbitros no son funcionarios en el sentido tradicional. Este argumento es fundamental para su defensa, ya que el cohecho se aplica específicamente a funcionarios públicos.
No declararán
Además, el club ha optado por no hacer declaraciones públicas en relación con la resolución del caso en este momento. Esta decisión puede interpretarse como una estrategia para evitar alimentar la controversia mediática y permitir que su equipo legal trabaje en su defensa de manera discreta.
El ex presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, quien también está siendo investigado en este caso, ha expresado su tranquilidad al respecto. Afirma que no hay evidencia que respalde las acusaciones en su contra y confía en que no encontrarán nada incriminatorio en su contra.