El Barcelona se lleva la ventaja 1-0 sobre el Real Madrid en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Un autogol de Militao en la primera parte bastó para que los de Xavi se reencontraran con el triunfo, que, aunque sin dar un buen partido, les servirá en el ánimo para enderezar el camino que había sido turbulento en los últimos dos encuentros.
Los dirigidos por Carlo Ancelotti que en el papel lucían como favoritos ante su gente salieron con la intención de hacer daño desde el primer minuto, incluso, estuvieron cerca de hacerlo con un disparo de Modric que pegó en la lateral de la meta de Ter Stegen.
El dominio de los blancos era muy evidente y la buena atención que tuvieron los blaugranas en la parte de atrás, así como la falta de ‘puntería’ de Vinicius y Valverde mantenían el encuentro sin goles.
Al 12′, la presión del Madrid se reflejó con un gol de Benzema que fue anulado por fuera de juego. El francés había recibido un centro de Vini pero el silbante detectó que estaba adelantado y lo echó para atrás.
Después de varios minutos, el Barcelona logró irse hacia adelante, y al 25′ llegó el único gol del partido gracias a un autogol de Militao tras un rebote de Courtois que había tapado el disparo de Kessié mano a mano.
Para la segunda parte el escenario fue similar, el Madrid salió a proponer pero de nuevo se les volvía a negar el gol. Al 71 el Barcelona se perdió quizás la más clara del complemento; de nuevo Kessié quedaba en buena posición para rematar frente a Courtois cuando Ansu Fati tapó el propio disparo de su compañero.
La recta final se tornó intensa, sobre todo ante los intentos del Madrid por igualar el marcador y no dejar un mal sabor de boca en casa, sin embargo, pese a la presión no pudieron romper las redes de Ter Stegen quien fue clave para la victoria blaugrana.