El fuera de juego semiautomático genera la primera polémica en su estreno dentro de LaLiga

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El fuera de juego semiatomático genera sus primeras dudas | Captura de Pantalla
El fuera de juego semiatomático genera sus primeras dudas | Captura de Pantalla

Arrancó con los nervios a flor de piel este Celta de Vigo – Deportivo Alavés. El encuentro de viernes comenzó templado, con los de Claudio Giráldez tanteando a los chicos de Luis García Plaza. Las caricias poco tardaron en desaparecer. En una jugada ofensiva del Celta de Vigo, Antonio Blanco derribó a Iago Aspas muy cerca del área de Antonio Sivera.

La acción, protestada por el ariete gallego, terminó sin señalar ninguna falta y sería precisamente este desenlace lo que provocaría la primera intervención del VAR esta temporada. Cuando Iago Aspas volvió a ponerse de pie, derribó al jugador del Alavés con su brazo, haciendo que fuese directamente al suelo. Al ver los claros gestos de dolor de Blanco, el colegiado no tardó ni un segundo en enseñar la cartulina roja al capitán del Celta al considerar la jugada como una agresión.

La tangana poco tardó en aparecer. Media alineación del Celta y la otra del Alavés rodearon a Quintero González que, tras unos minutos de tensión, consiguió apaciguar a las bestias hasta que se llevó la mano al pinganillo. La llamada fue directa del VAR. La primera acción revisada esta temporada terminó en alegría para el Celta de Vigo.

Tras volver a ver repetida la jugada, el colegiado interpretó que Iago Aspas sí que impactó queriendo y con el balón ya muy fuera de la jugada a Antonio Blanco, pero lo hizo con una fuerza mucho menor a la que en un principio parecía. Todo quedó en una amarilla al capitán del Celta que, mientras no vuelva a recibir otra cartulina del mismo color, podrá seguir aportando desde el césped.

Un fuera de juego milimétrico

El fuera de juego semiatomático genera sus primeras dudas | Captura de Pantalla
El fuera de juego semiatomático genera sus primeras dudas | Captura de Pantalla

Al borde del final de esta primera parte, Iago Aspas vio la cruz de la moneda tras haber respirado tranquilo con esa recitificación. El VAR volvió a entrar en escena, aunque esta vez para la mala suerte del aficionado celtiña, que había celebrado el tanto del empate de su club, desde las botas del propio Iago Aspas. El videoarbitraje revisó la acción, pues Bamba colgó un tenso balón al centro que Douvikas recibió adelantado por milímetros. En la propia imagen de televisión se puedo ver, aunque la decisión fue impulsada por el fuera de juego semiautomático. La imagen corre como la pólvora en redes. Por suerte, a falta de cinco minutos para el pitido final, Aspas se pudo resarcir con el tanto de la victoria.

El debut liguero en el Estadio de Balaídos lo fue para todas las partes. Celta, Betis y cuerpo arbitral. Quintero González, quien tuvo que rectificar una tarjeta roja y revisar dos acciones de VAR, debutaba esta jornada tras haber pitado tres años en Segunda División. Partido movido para estrenarse en la máxima categoría del fútbol español.

Con información de Relevo

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