Iniesta se abre tras anunciar su retiro: “No extraño ir a entrenar ni las concentraciones, eso ya me cansaba”

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A sus 40 años, Iniesta se despide del fútbol | Reuters
Iniesta habló sobre su próximo paso y sus mejores momentos en el fútbol | Reuters

Hablar con alguien de tan sólo 40 años de su retirada es bastante raro. Casi injusto. Pero así es el fútbol a diferencia del resto de profesiones: el cuerpo permite hacer cualquier cosa en la vida hasta el final de los días menos dar patadas a un balón. Por eso, al repasar toda una carrera con Andrés Iniesta, ya jubilado (Fuentealbilla, Albacete, 1984), sucede como cuando ojeas el álbum familiar con una abuela o un padre: salen temas por sorpresa, aparece la emoción y ese coraje de que el tiempo pasa irremediablemente para todos.

Con 1,062 partidos (116 goles y 198 asistencias), y por tanto, un sinfín de entrevistas realizadas donde ya se han repetido una y otra vez sus inicios, sus baches, sus exhibiciones en el Barça y el gol que unió a todo un país, esta vez pegaba más repasar ciertos temas desde otro punto de vista. A fin de cuentas, este mago del balón ya se está formando como entrenador así que, cuando menos lo esperemos, estará en un banquillo y contestará con monosílabos en la sala de prensa o tirará del clásico “partido a partido”. Aprovechemos a Andrés hasta que regrese pronto Iniesta.

Esta es una entrevista difícil por varios motivos: has ofrecido muchas a lo largo de tu carrera, hace nada fue el acto de despedida y los temas más interesantes lógicamente se han repetido. Por eso he pensado preguntarte cosas de las que has hablado menos…

¿Has sentido en algún momento o un vacío o cierto temor al despertar como exfutbolista?

“Hace sólo una semana que lo dejé todo y, la verdad, es que estoy bastante tranquilo. Diría que estoy bien. Tengo muchas cosas alrededor a nivel de proyectos. Y estoy empezando el tema del curso de entrenador para aprender cosas. Y en casa y con la familia, qué te voy a decir: ahora puedo llevar a los peques a sus actividades, que el año pasado, por ejemplo, no podía por los entrenamientos. Las mañanas ya las estoy aprovechando para hacer otras cosas. Evidentemente, me gustaría estar jugando siempre. Pero no echo en falta ir a entrenar, las concentraciones o los partidos”.

¿No? Me sorprende

“No, porque en los últimos tiempos todo lo que rodea el ser futbolista es lo que te acaba minando un poco. Por ejemplo, para poder entrenar y estar en condiciones antes de cada entreno tienes que estar una hora en la camilla haciendo tratamiento. Y cuando acaba el entreno, igual. Y al llegar a casa, otra hora con más cuidados. Son necesarios, pero hay momentos en los que ya me cansaba de eso. Por esa parte estoy muy, muy, muy tranquilo”.

Más allá de a tu pareja, ¿quién es el profesional al que primero le dices que te retiras?

“Con los que tengo más contacto: Busi, Jordi Alba y Rakitic. Y también luego con Xavi y Puyi. Y, además, pues más tarde con todos los que invité a la despedida”.

Lejos de las cámaras, y una vez que anunciaste que lo dejas, ¿has llorado en la intimidad?

“Soy muy sentimental. Y sí que tienes la emoción del trabajo bien hecho. Y, sobre todo, al recibir mensajes de amigos o de personas cercanas. Eso hace que se te salten las lágrimas. Y puede ser de gente con la que hablas cada semana e incluso de otra que no tanto, personas a las que escuchaste en su momento y les echaste una mano. Hubo un mensaje que resume bien esto”.

¿Lo puedes compartir?

“Un chico me dijo: ‘Me acuerdo cuando mi abuelo falleció, que me hablaste, me mandaste mensajes para animarme y ayudarme y eso lo tenía guardado ahí como oro’. Y a lo mejor fue hace un montón de años. Ostras, esas cosas sí que te emocionan, ¿sabes? Porque al final son cosas personales que has compartido con otros”.

Más allá de la emoción, ¿hay alguno de esos recientes mensajes que te haya sorprendido?

“Es que han sido tantos… Y mira que he contestado a todos. He buscado la manera para hacerlo. No lo hice el día después, pero sí en cuanto pude. Me tomé mi tiempo para devolver tanto cariño. Tampoco he cambiado mi opinión sobre aquella gente que no me haya escrito personalmente, eh. No esperaba ni espero nada. También me han escrito muchísimos clubs y muchísima gente que a lo mejor ni he visto en mi vida y me han felicitado. O incluso hay personas, conocidas y no tanto, que me han mandado unas palabras por redes sociales. A algunos les he respondido. Por ejemplo a Esteban, que fue portero del Oviedo y el Atlético”.

Entiendo que no habrá fallado una de las personas más detallistas del mundo, en nombre del Real Madrid, como es Emilio Butragueño.

“Sí, sí, sí, me escribió. Y vino a la despedida. Hablé con él justo después del acto porque agradecí el esfuerzo y que estuviese ahí en ese momento tan especial. Me consta que desde que se le mandó la invitación tuvo la intención y el compromiso de acompañarme”.

¿Has buscado consejo en algunos compañeros que ya lo han dejado para ver qué vas a sentir a partir de ahora?

“He ido hablando durante este tiempo con gente que ya lo había dejado. Al final no es que haya sido una decisión de repente. Mentalmente, cuando acabe en Japón, y me vengo a Emiratos Árabes, es un poco con la idea de poder empezar a dejarlo. Y ya es un poco la cabeza la que te va diciendo o va aceptando ese momento. Cada uno, por unas cosas u otras, tiene su particularidad y lo vive de una manera. Siempre he intentado ser consecuente con las decisiones que he tomado. Este año incluso tenía opciones de poder seguir jugando y decidí dejarlo. Es una decisión que tomo yo. No es el fútbol o es una lesión la que ha hecho que la tome. Intentas acertar”.

Para todos ha sido un palo que dos retiradas tan importantes hayan coincidido en el tiempo. ¿Has podido conversar con Rafa Nadal de esto o al menos quedar pronto para desahogarnos juntos?

“Le mandé un mensaje. Al final la persona y el profesional que es Rafa queda, con todo lo que ha significado para el deporte español y para las personas por el ejemplo que nos ha dejado y que nos seguirá dejando. Es uno de los mejores deportistas. Hemos coincidido generacionalmente y nos tenemos que quedar con todo lo bueno. Él nos ha enseñado mucho”.

¿Le has pedido permiso para dar este paso a Messi y Xavi, tus grandes fans y mejores socios?

[Risas]. “He hablado más con Xavi. Y con Leo, también. Soy más joven que Xavi. Leo y Busi son más jóvenes que yo. Espero que ellos sigan mucho tiempo más. Esto es así: cuando ves que se va retirando la gente encajas que te va a tocar pronto. Les digo que aprovechen el tiempo que están jugando porque es lo más bonito. El resto es guay, pero es diferente”…

¿Te ves jugando partidos de veteranos, con las viejas glorias del Alba o con ‘Leyendas España’, o lo has dejado para siempre?

“Me gustaría jugar. Es una forma bonita de seguir o pasar un rato en el campo con compañeros, con amigos, con gente con la que te has enfrentado, con gente que está muy bien. Seguramente a lo mejor me veréis por ahí de vez en cuando”.

Además, tú no tienes pinta de que vayas a coger mucho peso…

“A ver, a ver”…

Ya hemos visto que has empezado a prepararte como entrenador. ¿A ti, que has tenido una carrera inmaculada y llena de halagos y reconocimiento, no te da miedo que un día, si eres técnico, te vayan a criticar e incluso echar de algún club como es ley de vida?

“Supongo que hasta que no lo vives pues no sientes realmente cómo es. Te lo pueden explicar, pero no es lo mismo que vivirlo. Cuando optas por hacer algo no piensas en esas cosas. Piensas en cómo puedo hacer para que un equipo funcione y en cómo yo puedo mejorar para ayudar lo máximo posible a todos los que vayan a estar alrededor. Lo que dices forma parte del trabajo. No me paro a pensar en ese miedo. Si tú quieres ser algo debes ir a por ello con todas las consecuencias. No veo otro camino”.

Sin duda, la de entrenador es una profesión de riesgo. Y lo habrás podido comprobar con todos los que has tenido (Rijkaard, Guardiola, Tito, el Tata, Valverde, Aragonés, Del Bosque…). ¿Te preocupa que te expulsen un día por dar gritos en la banda a alguien que no vio jamás una roja en el campo?

“A lo mejor, si un día soy entrenador y hacemos otra entrevista, hablamos de otra cosa y veo que me he equivocado, pero yo diría que más o menos se vería lo mismo. Es cierto que se vive de forma distinta. Hay similitudes a la etapa de jugador, pero tiene sus matices. Me sorprendería ahora que viéramos a un Andrés Iniesta totalmente distinto. Veremos. Los entrenadores a veces se vuelven un poco así”…

Estaremos atentos por si te transformas en Joaquín Caparrós… ¿Lo de comentarista, de momento, no te va o tampoco lo descartas?

“Yo te diría que en esa faceta… No me veo. No es algo en lo que me haya fijado o que sea un aspecto en el me sienta cómodo y lo quiera. No es algo que haya pensado”.

Supongo que ahora estás en una época de cierta desconexión. ¿En cuántos grupos de fútbol de WhastApp, más o menos, puedes estar metido ahora mismo?

“No, no, de fútbol no te creas. Tengo mi grupo de amigos y demás, pero no suelo tener muchos más grupos. Escribo personalmente a cada uno de mis compañeros del Barça, de la Selección o del grupo que sea”.

Aquí, en tu situación actual, hay dos clases comunes de respuesta en alguien que se retira. Los que se vuelven hiperactivos y los que desaparecen. ¿Te ves más diversificando tus planes y negocios al estilo de Pinto o borrándote del mapa como Víctor Valdés?

“No sé las veces que apareceré públicamente. Mi intención es seguir formándome como entrenador. A nivel de empresa tenemos proyectos deportivos que también me van a ayudar. Está la Iniesta Academy, tenemos la bodega, marcas de ropa… Hay muchas cosas. Y ahora me voy a poder involucrar. Ya me han invitado a muchos sitios y debo seleccionar. Lo que haga va a depender de cómo esté la agenda. Seguiré vinculado al fútbol sí o sí. Es bueno tener la cabeza ocupada. Y hacerle caso a lo que ella te mande”.

Una curiosidad, repasando tu carrera: ¿Has vuelto a pasar -para reflexionar, inspirarte y empaparte de esa energía- por ese campito de tierra convertido en residencia al lado del Campo de la Federación donde tú comenzaste tu cuento de hadas en el Alba y dónde yo empecé a darme cuenta que lo mío era el Periodismo?

[Risas] “Sí, a veces lo hago. Cuando voy a Albacete, que ya hace tiempo que no voy, he pasado por allí. Sobre todo cuando cambiaron el campo por hacer ahí las casas y demás historias. Ostras, me acuerdo que fue un poco chocante porque, al final, mis inicios fueron ahí. Ahora parece imposible porque todo el mundo juega en césped artificial. Qué bien me lo pasaba ahí con los compañeros. Esa época, esa etapa en Albacete, fue buenísima por lo que disfrutábamos, aunque estuviese el campo embarrado. Recuerdo que teníamos que ir incluso con nuestro balón y nuestra ropa. Las cosas cambian de una manera increíble. Éramos muy felices con poca cosa, la verdad”.

Se habló siempre mucho del papel de tu padre cuando te ficha el Barça y que casi te trae de vuelta. Por eso, me gustaría que me hablaras del rol de tu madre en esos días de dudas.

“Seguramente, si no es por ella, mi padre me hubiera llevado de vuelta al pueblo la primera noche. Tuve y tengo la suerte de tener esa madre y, bueno, de que pusiera un poco coherencia en una situación así. Todos sabéis la importancia que tuvo mi padre para mí en ese aspecto y mi madre lo único que le dijo fue muy claro: ‘Dentro de lo que significa este paso para todos, tú has hecho todo lo imposible para que viniese aquí, así que cómo ahora, en el momento de la verdad de dejarlo aquí, vas a querer ir a por él. Ni hablar’. Uno me empujó y la otra lo frenó. Fue una combinación perfecta”.

Dale las gracias a tu madre. Con todo lo bueno, malo y regular que habrás visto viviendo fuera y alejado de tu familia… ¿cómo reaccionarías si…?

“No lo sé… [risa casi nerviosa]. No lo sé… [anticipándose al intuir cuál iba a ser la pregunta]”.

…¿cómo reaccionarías si te dicen que a uno de tus hijos o hijas lo quieren fichar con 12 años para que se vayan a vivir solos a una residencia?

“Ehhhhhh. [Se calla tres segundos]. Es una buena cuestión para plantear familiarmente. Diría que… A ver, el contexto de aquella situación y el contexto de ahora son distintos. A lo mejor ahora podría moverme familiarmente, depende. No se puede comparar porque las situaciones no tienen nada que ver, pero sí que te diría que el valor que tuvo mi familia fue incalculable. Entonces, ahora pensando como padre… ¡Si estás media tarde sin verlos y ya te quieres subir por las paredes! Imagínate. No sé, no sé. Habría que estar en la situación y analizar el contexto. Y a partir de ahí tomar una decisión”.

Vamos, que te lo tendrías que pensar.

“Sí. No tengo una respuesta clara. Aparte”.

¿…Aparte?

“Cuanto más hijos tienes [Andrés ya cuenta con cinco], más situaciones así se pueden dar. O sea, que se complica más. Ahora mismo no te sabría decir”.

No te quería agobiar.

“Jajaja”.

Hace unos años el formador Albert Benaiges, que fue clave para llevarte al Barça, fue denunciado por supuestos abusos sexuales en un caso que se archivó. ¿Qué sentiste al conocer la noticia?

“Te sorprende, claro. Al final es una noticia que, por el tema que se está hablando, impacta. Para mí ha sido como un padre con el que me iba los fines de semana, con el que compartía muchísimos momentos y que me trató y que me ha tratado y que me sigue tratando increíble. Es lo único que puedo decir. Sólo te puedo hablar de mi experiencia personal, que ha sido maravillosa”.

Desde crío has sido el jugador perfecto, el hijo perfecto, el marido perfecto, el padre perfecto… Y para que me lo crea del todo necesito que me digas alguna cosa que ya haya prescrito que confirme que eres mortal y que alguna vez hiciste lo incorrecto. Aunque sea que te han puesto una multa.

“Hay muchas cosas. Es que no hay nada ni nadie perfecto. Es increíble que hable todo el mundo así de mí. Pero que uno, pues como tú o como cualquier persona, intenta hacer lo que cree que tiene que hacer con el máximo respeto, siendo consecuente con sus cosas y ya está. Claro que la habré liado en muchas cosas, soy mortal como todos. Me siento incómodo cuando se habla así, porque cada uno creo que sentimos que hacemos las cosas correctamente. No creo que nadie intente hacer algo para hacer daño. Me considero normal, no perfecto”.

¿Alguna vez siendo futbolista has fumado, has bebido o te has saltado algún toque de queda?

“No he fumado nunca. Beber, he bebido alguna vez, sí. Y alguna vez más de la cuenta. Y luego, con lo de los horarios y las rutinas a nivel profesional y de estar en casa, siempre he cumplido. Yo creo que alguna vez a lo mejor no, pero normalmente sí”.

Has explicado también muchas veces, visibilizando, los problemas psicológicos que alguna vez tuviste como profesional. Y es necesario ponerlo en valor por la gente a la que, incluso sin pretenderlo, has ayudado con tus testimonios. Y ahí, respecto a la salud mental, quería preguntarte alguna cosa.

“Sí, claro”.

¿Has necesitado más que nunca ayuda en estos momentos para preparar la nueva vida a la que te enfrentas?

“He hecho la misma rutina que he ido realizando durante todo este tiempo. Entendí, desde mi opinión y desde mi forma de ver las cosas, que la mente es muy importante y que debemos, en la medida de lo posible, seguir entrenándola y cuidándola. Y no sólo cuando hay situaciones como ahora, de decidir si dejas de jugar o no. Hay que mantener la rutina y esa terapia lo máximo posible. Ese trabajo ya forma parte de mí y de mi vida. Lo que estoy viviendo ahora entra dentro de este proceso”.

Voy acabando. No quiero que pienses que soy el único en el mundo que no te pregunta por el gol de Sudáfrica… Hay una pesadilla muy recurrente entre periodistas: que, de repente, no tenemos el título universitario y nos falta una última asignatura por aprobar. ¿Alguna vez has soñado que no le marcabas a Holanda el 11 de julio de 2010 y que no había pasado realmente lo de ser campeón del mundo?

“Afortunadamente, no. No he tenido ese tipo de pesadillas [carcajadas]. Todo lo contrario. Después de tantos años que han pasado, sigue siendo como, sí lo vivido hace 14 años, fuera hoy”.

¿Piensas o sueñas recurrentemente en ese momento?

“Te trasladas muchas veces a ese instante durante el año. También porque en casa tengo a los peques que ven muchísimos vídeos y estás por ahí siempre lanzando a portería. No sé si recurrentemente como dices, pero a menudo. Y me gusta, claro”.

Sobre aquella emocionante celebración recordando a Jarque me interesa una cosa: ¿Cómo está su familia y qué relación mantienes con ella?

“Tenemos relación en momentos puntuales y, claro, me preocupo por cómo están. De hecho, ahora en la despedida vino su padre con Mágico, que es la persona con la que tengo el contacto. Me gusta mantener el recuerdo vivo de una persona que no está físicamente. Es como mejor podemos estar conectados. Siempre que se puede, se hace mención”.

Por cierto, hubo un ‘Informe Robinson’ que resumió todo lo vivido en aquel Mundial y en esta final, concretamente. Y recuerdo una frase que dijiste, haciendo referencia al juego duro de Holanda, que me hizo pensar: «Sinceramente, del que yo recibí me lo esperaba». ¿A qué y a quién te referías?

“Bueno, del que más recibí fue de Van Bommel. También había recibido ya alguna en el Barça… Sabía un poco la línea que iba a seguir, y el pie que calzaba, como se suele decir. Era una final y había mucha, mucha intensidad. Felizmente acabó como acabó”.

Por cierto, hay Clásico a la vista, pero se nos acaba el tiempo. ¿Eres de Flick a todo poder?

“Pues sí, soy desde el momento que está viviendo el club y el Barça. Son cosas que hay que mantenerlas y ser optimistas”.

¿Este Barça puede llegar a ser lo que fue o al menos acercarse más que nunca?

“Las sensaciones son muy buenas. Esto, como siempre, es una carrera de fondo. Dentro de unos meses, pues ojalá y tengamos estas mismas sensaciones. Será que las cosas están yendo muy bien”.

¿Alguien, cuando ves fútbol, te recuerda a Iniesta?

“Bueno, hablando en clave Barça, quizás Pedri es el que nos viene un poco a la cabeza. Pero tampoco creo que sea necesario o positivo hablar de esa comparación. No me gusta. Iniesta fue Iniesta. Y lo que venga pues tiene que ser con su nombre”.

Con información de Relevo

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