La disculpa de Joan Laporta al presidente de la RFEF tras los insultos en el palco de la Supercopa
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Tras una semana convulsa en Arabia, plagada de problemas entre la cautelarísima al Barça para las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, los comunicados y el altercado de los aficionados saudíes con la grada del Mallorca, algo de paz. Llegó este sábado, un día después de que Rafael Louzán, presidente de la Federación Española de Fútbol, y Joan Laporta, mandamás del Barcelona, acercaran posturas gracias a una llamada telefónica del presidente culé, y justo con el cóctel de conciliación en el hotel donde se hospeda la RFEF en Yeda.
En esa comunicación telefónica, Laporta admitió su desliz en el estadio King Abdullah, donde perdió los papeles. Primero al celebrar con un corte de mangas la decisión favorable del Consejo Superior de Deportes y, después, en el palco, cuando, fuera de sí y exaltado, comenzó a lanzar insultos al aire, gritos, a hacer aspavientos y a tener un comportamiento poco adecuado con presidentes de territoriales o protocolo de la RFEF. “Sinvergüenzas”, llegó a decir, según afirmaron testigos de la escena.
El presidente del Barça pidió a Louzán que también entendiera la situación con la que estaba teniendo que lidiar, con la tensión de las inscripciones de Olmo y Pau Víctor. Los dos, en tono amistoso, encaminaron su relación. Y pese al enfado de la Federación por el comportamiento del catalán, ahora cambia el panorama.
Lo que en un principio iba a significar un expediente con posible sanción para Laporta, parece abortado (por ahora) tras las últimas 48 horas. Por la disculpa telefónica y el encuentro amistoso en el Hotel Marriott de Yeda, en el que Laporta ofreció un discurso apelando a los sentimientos del fútbol y lamentó lo ocurrido con el caso Olmo. No por su resolución, sino por no haberse tratado correctamente desde el inicio. “Se podía haber evitado de haber aplicado la normativa”, dijo.
Así, Louzán y el presidente del Fútbol Club Barcelona calman las aguas después de unos días convulsos, según coinciden en la Federación. No habrá expediente, al menos de momento, y Louzán inicia su mandato tratando los problemas con mano izquierda.