Mónaco golea al Barcelona de Hansi Flick y se queda con el Trofeo Joan Gamper

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Barcelona cae en su presentación ante su afición. Reuters
Barcelona cae en su presentación ante su afición. Reuters

Un amargo debut oficial tuvo Hansi Flick al frente a su afición, luego de que el Barcelona sucumbió por 3-0 ante el Mónaco en el Estadio Olímpico de Montjuic en la disputa por el Trofeo Joan Gamper.

El Barcelona llegará verde a Mestalla. Tras una buena gira, los blaugranas se presentaron ante su afición con la disputa del Gamper en una actuación discreta. Es un equipo todavía a medio hacer, con varias de las piezas que vieron el partido desde la grada que opositarían fácilmente a la titularidad. El ritmo fue más bajo que en los otros amistosos, el fútbol sufrió de jet-lag. Los de Hansi Flick generaron poco con balón y un par de desconexiones permitieron al Mónaco llevarse el encuentro. A cinco minutos del final cayó el tercero.

El Barça jugó el partido más desganado de esta pretemporada. Se deshinchó a cinco días de debutar en Liga en Mestalla. El Mónaco supo cómo desactivar la presión y logró hacer daño corriendo a la espalda de la defensa. Salió Flick con los dos Marcs, una defensa que podría ser la titular contra el Valencia -Koundé, Iñigo, Christensen, Balde-, igual que el tridente ofensivo -Pau Víctor, Raphinha y un desacertado Lewandowski-. Dani Olmo, presentado en la previa, vio el partido desde la grada. Como Cubarsí o Eric Garcia.

Flick retocó el sistema al descanso. Dio entrada a Gündogan en lugar de Pablo Torre y el Barça formó con dos interiores en lugar de un mediapunta. Casadó siguió perfilando sus movimientos verticales que durante esta pretemporada ha ido haciéndose cada vez más propios. Pero el equipo siguió sintiéndose incómodo. Y poco después del gol de Camara tras un exceso de relajación de Bernal, Embolo hizo el 0-2 en una acción tibia en defensa. Una herida provocó el cambio de Gündogan y Raphinha, tras la entrada de Lamine, volvió a ocupar la mediapunta. El efecto Yamal, que encendió Montjuïc, fue efervescente. No es un partido para sacar grandes conclusiones, pero el Lluís Companys -sin grada de animación y más turistas que de normal- acabó enfadado. Este Barça todavía está lejos de lo que quiere ser Flick.

LA ENTRADA DE LAMINE

Hace un año, Lamine Yamal se presentó en sociedad en el Gamper contra el Tottenham. Los culés lo conocían por haberse convertido en el futbolista más joven en debutar con el primer equipo y algunos vídeos que corrían por redes sociales. Hasta el momento de su entrada, con 0-2, Montjuïc estalló en dos ocasiones. Cuando el canterano saltó a calentar y cuando Flick lo llamó para entrar. Lamine es ilusión. En su primera acción regaló una asistencia a Pau Víctor cuyo disparo se marchó rozando el palo. Fue de lo poco positivo del partido en clave blaugrana. A falta de probar caras nuevas, el barcelonismo se agarra a su joya.

EL CAMBIO DE LEWANDOWSKI

En el último partido de la gira, Lewandowski no tuvo una gran actuación, pero cerró los 90 minutos con dos goles en su cuenta. Nada que reprochar. En relación con el juego, su Gamper fue muy parecido. La diferencia es que terminó sin goles. Xavi empezó a dudar con Lewandowski en su último tramo como entrenador y se comienza a intuir que, si los goles no caen, será uno de los debates que afrontar. Lamine entró por el polaco y Pau Víctor pasó a jugar como punta. El equipo respiró distinto: más piernas en presión y fluidez en ataque. En lo segundo, Yamal fue el principal responsable. Luego volvió a diluirse. Robert tendrá que ganarse el estatus que le otorgaron dos años atrás.

IÑIGO MARTÍNEZ

Encaja en el perfil de central que quiere Flick en su esquema. Esta vez formó pareja con Christensen, que regresó a la zaga. Al descanso entró Sergi Domínguez, con mucho protagonismo esta pretemporada, por el danés. Exige el entrenador alemán mantener la línea muy alta para ahogar la salida de balón rival y es el vasco el que manda a sus compañeros hacia arriba. Corriendo hacia atrás estuvo enérgico, sacó balones dentro del área como respuesta a centros laterales y frenó el juego con faltas cuando la presión blaugrana se fracturó. Pero no fue suficiente. El equipo se acabó desmoronando. Al Barça no le bastará con individualidades para competir.

EL ERROR DE MARC BERNAL

El chico superdotado que va varios cursos avanzados, sin apenas quererlo, se ha presentado como una opción de garantías para el centro del campo del primer equipo. Su trote parece cansino, algo lento, pero la realidad es que se lo puede permitir porque tiene todo el entorno controlado antes de recibir el balón. Tiene una mirada profunda, se fija en los que están lejos antes que los que están cerca, y eso casa con el fútbol eléctrico que quiere Flick. Sobre todo, tras robar.

La juventud le llevó a cometer algún error y, jugando como mediocentro, cada pérdida es sensible. Madurará con algún que otro fallo, como el exceso de confianza que propició el 0-1 de Camara, pero el Barça tiene un tesoro que debe cuidar. En la sobreexposición está el riesgo de quemar etapas demasiado rápido.

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