Nicolas Anelka, el espejo en el que no quiere mirarse Mbappé en el Real Madrid
- Agenda deportiva de hoy: Partidos, estadísticas y resultados en directo
- Carlo Ancelotti reconoce el mal momento de Mbappé: “No está a su mejor nivel, hay que darle tiempo”
- Kylian Mbappé se hace responsable del penalti fallado y lanza advertencia a sus detractores
Todos los focos apuntan a Kylian Mbappé (25 años). Seis meses después de su aterrizaje en Madrid no acaba de cumplir las expectativas generadas durante siete años intentando ficharlo y la crítica se recrudece con el paso de los días. Su falta de liderazgo, la poca influencia en el juego del equipo y no ser capaz de rescatar a los blancos en sus derrotas lo ponen en el disparadero. Se había incorporado al mejor jugador de fútbol del mundo, pero ni mucho menos lo está demostrando.
Su momento trae el recuerdo de otra estrella que llegó al Bernabéu para marcar una época y se marchó con muchas más sombras que luces. Un ejemplo con muchas similitudes, aunque también alguna diferencia, de un compatriota al que la afición y la prensa despellejaron hasta el punto de hundirle. Se trata de Nicolas Anelka, que en su documental ‘El Incomprendido’ de Netflix relata la “pesadilla” que vivió en Chamartín.
El delantero, que llegó al Madrid en el año 1999 procedente del Arsenal con apenas 20 años, entendió la dimensión de su nuevo equipo desde el primer momento. “Comprendía lo que suponía ser una estrella cuando llegué al Real Madrid, y lo detestaba“, comenta tras ser recibido por centenares de periodistas y aficionados en el aeropuerto y la ciudad deportiva. “Pensé: ‘¿qué estoy haciendo aquí?’ Esto es demasiado duro. Fue el comienzo de una pesadilla“, añade después.
Uno de los principales motivos con los que Anelka explica su flojo rendimiento en Madrid fue la presión de la prensa. Explica que se vio obligado a poner muros en su casa para que no le grabasen desde la calle. No gozaba de vida privada y se hablaba de él todos los días en los diarios locales. “Sentí una gran presión desde el principio. Cada día en la prensa española había un artículo sobre mí o una foto“.
El documental recoge algunos titulares de la prensa como “Anelka está depre“, de AS, o “Anelka, ¿será una broma?” de Marca. Sobre el segundo, el delantero cuenta una anécdota. “Me invitaron a las oficinas. Me olía algo raro, porque generalmente no hablaba mucho con ellos. Me pidieron que jugara a un videojuego para la foto. Lo hice y marqué un gol jugando contra el Atlético de Madrid. Al día siguiente el titular era ‘Su primer derbi… y su primer gol’“.
Una presión mediática que ahora tiene que sufrir Mbappé. El nuevo delantero del Real Madrid debe leer cada día numerosas críticas en la prensa, a lo que se suman los comentarios en las redes sociales que Anelka, por suerte para él, no vivió.
Esta situación no sólo afecta al jugador, bloqueado mentalmente y falto de confianza. También a su familia, que le acompaña en cada paso y le protege de todo el ruido externo, aunque ahora resulte imposible. Esto lo ejemplifican bien los padres de Anelka, que colaboran en el documental. “Tuve ansiedad“, reconoce su madre, mientras que el padre asegura “llegué a pensar que iba a dejar de jugar al fútbol“.
“Pasaron demasiadas cosas; en parte, me arrepiento”
Sin embargo, para terminar, el exdelantero de PSG o Liverpool deja una reflexión que también puede servir a Kylian. Anelka se marchó conquistando la Champions League siendo decisivo en las semifinales contra el Bayern con dos goles. Incluso se coreó su nombre durante la celebración del título.
“No hice gran cosa. No marqué mucho. Me hubiese gustado marcar más, pero no tuve la oportunidad ni di la talla. Pasaron demasiadas cosas. En parte, me arrepiento. Un futbolista siempre querrá jugar en ese equipo. Había que hacer demasiados sacrificios y yo era demasiado joven para entenderlo. Tendría que haberlo dicho pero yo no tenía demasiada experiencia”, dice con nostalgia.
Finaliza con una reflexión sobre la veteranía en ciertas situaciones. “Puede que llegara demasiado pronto y no supe valorar el momento como debía. Yo era el único que habría salido ganando. Cuando llegas a los 30 te das cuenta de todo eso y descubres que no es fácil. Que todo el mundo quiere estar en tu lugar. Lo vives de manera distinta de cuando tenías 20 años”, sentencia.