Por insulto de un directivo del Barcelona a Vinicius, Florentino Pérez decide no acudir al Clásico en Montjuic

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El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, habría tomado la decisión de no asistir al palco del estadio de Montjuic para el Clásico español ante el FC Barcelona. La noticia de su ausencia surgió como una sorpresa, ya que inicialmente se había previsto que Florentino Pérez asistiría y se sentaría junto al presidente del Barcelona, Joan Laporta.

La polémica en torno al presidente del Real Madrid y su asistencia al Clásico se intensificó en la semana previa al partido debido al llamado ‘Caso Negreira’, que investiga los pagos del FC Barcelona por casi 8 millones de euros al exvicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA), José María Enríquez Negreira. Las tensiones entre los dos clubes se intensificaron a raíz de esta controversia, y la afición madridista expresó su desaprobación y repudio en las redes sociales por la posible asistencia de su presidente.

Un polémico tweet

Sin embargo, la decisión de Florentino Pérez de no asistir al partido cambió de manera inesperada después de un tweet polémico del portavoz adjunto de la Directiva del Barcelona, Mikel Camps. En el tweet, Camps insultó al delantero madridista, Vinicius Junior, alegando que merecía una “colleja por payaso y vacilón” debido a sus “bicicletas innecesarias y sin sentido en el centro del campo”. Aunque el tweet fue eliminado poco tiempo después de su publicación, el daño ya estaba hecho.

“No es racismo, se merece una colleja por payaso y vacilón. Qué representan estas bicicletas innecesarias y sin sentido en el centro del campo”, escribió Camps.

De acuerdo con la información de El Chiringuito, este polémico tweet fue el factor determinante para que Florentino Pérez cambiara de opinión y decidiera no asistir al Clásico. 

La relación entre los dos clubes se encontraba en una calma tensa tras la personación del Real Madrid en el Caso Negreira y las últimas declaraciones de Laporta sobre el ‘madridismo sociológico’, pero el comentario ofensivo de Camps fue la gota que derramó el vaso.