¿Qué pasa con Kylian Mbappé? El gran ‘9’ de Europa que menos marca

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Mbappé comienza a ser señalado en el vestuario. Reuters
Mbappé comienza a ser señalado en el vestuario. Reuters

Dentro de la profunda crisis que vive el Real Madrid, la afición busca culpables. Algunos dedos señalan a Carlo Ancelotti, blanco fácil en esta clase de situaciones. Los más atrevidos apuntan al palco por no haber tomado decisiones acertadas en el mercado. Los jugadores tampoco se salvan, especialmente las estrellas que, por estatus, deberían echarse el equipo a la espalda en este momento de debilidad. Y entre los que más dudas generan, aparece con fuerza el nombre de Kylian Mbappé, lejos de cumplir las expectativas creadas con su fichaje el verano pasado.

El rendimiento del francés está bajo sospecha. En el Bernabéu se respira una calma tensa con él, aunque se le aplauda cada vez que hace un amago de buena jugada, como intentando animarle a que se atreva. Esos gestos de apoyo se van transformando en murmullos y algún suave pito. La tormenta no se ha desatado, pero la paciencia se va agotando, como pasa con el resto del equipo.

En ataque es una evidente cuestión de acierto. El de Bondy genera, muchas veces por cuenta propia, pero la pelota no entra. Los datos de Opta en LaLiga no dejan en buen lugar su puntería. Tira más que el año pasado con el PSG (4,75 cada 90 minutos en la 2023-24 por 5,23 en esta 2024-25). También han subido sus disparos a puerta (2,39 por 2,5). Pero factura mucho menos: su porcentaje de acierto, es decir, de gol por cada tiro, es del 9% mientras que en su última temporada en París superaba el 21%.

Esto se ve también en los goles esperados (xG), estadística avanzada con la que se trata medir la calidad de las oportunidades generadas y su probabilidad de que acaben en tanto. En el caso de Mbappé, el año pasado promediaba 0,57 xG por encuentro, mientras que en esta son 0,63. Bajo esta dato, el año pasado acabó con 44 goles en 48 (0,92) partidos y en esta suma ocho en 15 (0,54). No ve puerta desde el partido contra el Celta en Balaídos.

En la comparativa con los otros grandes delanteros de Europa, Kylian sale mal parado. El que más acierto tiene es Robert Lewandowski (37,5%). Pero es que la diferencia del francés con el resto de competidores es notable. Kane (31,2%), Haaland (22,8%) y Lautaro Martínez (20,7%). Todos necesitan menos tiros para ver puerta que el ‘9’ madridista.

Pero lo que más se critica desde las gradas y en el propio vestuario no son sus errores de cara a puerta, sino su aportación defensiva. Evidentemente Ancelotti no le va a pedir que corra por cada balón. Quiere que marque diferencias hacia delante y no hacía atrás. Pero su nulo trabajo en la recuperación deja al equipo expuesto. Los datos que maneja el cuerpo técnico indican que, por norma general, es el futbolista que menos corre. En el Clásico, apenas ocho kilómetros mientras que algunos compañeros alcanzaron los 12. Esto no pasa desapercibido en la caseta y el entrenador busca la fórmula de incluirlo en ese trabajo de equipo.

Su flojo estado físico, los líos con Francia o el ruido extradeportivo se añaden a la coctelera y dejan una peligrosa mezcla. Se le ha esperado durante muchos años y se le quiere dar un voto de confianza, pero como sucede con el resto, se espera una reacción inmediata. Que saque su mejor versión para tratar de salir de la crisis lo antes posible.

Ha llegado con perfil bajo. Tratando de no sobresalir ni generar mal ambiente en el vestuario. Pero ahora hay quien se lo achaca, incapaz de echarse a la espalda al equipo, rol que debería asumir como estrella ofensiva junto a Vinicius. Le piden que actúe como líder, tanto en ataque como en defensa, para dar la vuelta a esta situación. Por el momento, no lo ha conseguido.

Con información de Relevo

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