Real Madrid supera los mil millones de euros en ingresos… pero multiplica su gasto
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La Asamblea del Real Madrid dura varias horas en las que hay discursos, ruegos y votaciones, pero el punto central, como en cualquier otra empresa, es aprobar las cuentas. En la última década, Florentino Pérez, que controla el órgano con mano férrea, ha podido ir presentando presupuestos y resultados envidiables, incluso señalados por LaLiga como ejemplares a pesar de la mala relación que le une con Javier Tebas. Este año, sin embargo, vienen curvas y los números se estiran para cuadrar. Nadie duda de que la Asamblea dará su visto bueno, pero los números merecen un análisis más detallado. La contabilidad a veces tiene más de magia que de ciencia.
El resultado es positivo, 16 millones de beneficio, pero para llegar a esa cantidad se ha tenido que recorrer un camino cuanto menos pedregoso, con un ingreso extraordinario incluido que no será replicable en el tiempo —más sobre esto un poco más adelante— sin el que el resultado podría haber sido negativo. Esto último, lo matiza Héctor Mohedano, economista amante del fútbol conocido en Twitter por sus análisis de los balances de algunos clubes.
“No se puede hacer un ajuste a lo bruto, decir que si yo le quito esos millones de euros el Real Madrid hubiese ganado menos o hubiese tenido unas pérdidas de tanto, porque a lo mejor se hubiese activado algún tipo de venta, o algún otro tipo de mecanismos, o algunos deterioros no se hubiesen hecho un poco para intentar salvar el ejercicio. Lo que sí que es cierto es que se trata de un ingreso que distorsiona la realidad de lo que observamos“, explica el economista valenciano afincado en Austria.
Las cifras que promociona el Real Madrid explican que, por primera vez, la entidad deportiva supera los mil millones de euros de cifra de negocio, una cantidad casi mítica que se explica desde un aumento considerable de los ingresos, pero tiene una contrapartida, también el gasto se ha disparado, especialmente en la parte no deportiva.
Se puede ver como de un año para otro los aprovisionamientos crecen de 44 a 65,7 millones, el personal deportivo pasa de suponer 69,3 millones a 83,5, hay otros gastos no operativos que suben en cien millones, de 262 a 362 sin gran explicación y la amortización del inmovilizado no deportivo sube de 15 a 17 millones. Eso hace que en solo un año haya un aumento de un 35% en estos conceptos.
Fuentes consultadas del mundo del fútbol ven con cierta extrañeza estas cifras. Creen que los estados financieros del club no son tan boyantes como en los años previos y que si se repiten estos gastos el Real Madrid puede verse ante la necesidad de buscar algunos ingresos extraordinarios como puede ser la venta de jugador importante o alguna operación patrimonial.
Las primas
Entre las posibles explicaciones de ese crecimiento, que suelen ser multifactoriales, también están las primas. Porque el Madrid ganó una Liga y una Champions y eso tiene grandes beneficios de futuro, pero el presente lo hace más cuesta arriba. “La parte de las primas de alguna manera lastran. Es decir, creo que con la estructura de ‘fees’ que tiene el Real Madrid, el hecho de ganar la Champions, en lo que es meramente monetario, sale un poco deficitario. Aunque, obviamente, al final es muy positivo porque probablemente lo pueden rentabilizar por otros lados. Si ganas más títulos, pues a lo mejor te toca pagar más primas en ese año específico, pero luego lo puedes rentabilizar por otros sitios: ticketing, patrocinadores, zonas vip…“, explica Mohedano.
Los ingresos también se disparan, y eso es algo de lo que sí puede presumir Florentino aunque tiene un importante asterisco. Crecen todas las líneas de negocio salvo los ingresos por televisión, algo que Mohedano atribuye en parte a que el Madrid no realiza algunas activaciones televisivas que LaLiga bonifica y eso le hace perder un poco por ese lado.
Los ingresos por marketing suben considerablemente, en buena parte por el parche que desde esta temporada lleva en la manga con el logo de HP, pero la partida que realmente da un salto es la del estadio, que pasa de 151,8 a 306,9. Un crecimiento brutal, más todavía si se tiene en cuenta, como explican los propios documentos, que la obra todavía no está a pleno rendimiento.
La operación que cambia todo
Pero aquí viene un matiz: una palanca de 76 millones. O como se quiera llamar, porque la terminología puede no ser del todo exacta. El Real Madrid este año ha comercializado un producto nuevo, llamado “licencias de uso personal” que dará una serie de derechos durante los próximos treinta años a los que la hayan suscrito.
El club lo explica así en su memoria: “El titular de estas licencias adquiere el derecho a comprar anualmente el abono de temporada de una localidad concreta por un plazo de 30 años y, adicionalmente, posee el derecho de adquirir determinados servicios adicionales que se pueden disfrutar en el estadio Santiago Bernabéu“.
Esta cifra, por lo tanto, no es replicable, el Real Madrid no puede vender de nuevo la próxima temporada ese mismo producto, así que es un ingreso no recurrente.
Mohedano explica primero la terminología: “Aquí depende de la perspectiva del lector. Una palanca no es un término peyorativo en tanto en cuanto fue el Barcelona que lo acuñó para simplificar una serie de operaciones corporativas. Otra cosa es el uso que se le haya dado desde, vamos a decir, la prensa contraria, tratando de menospreciarlo. Hay que entender que todas las empresas en su contexto, y yo creo que cualquier empresa, sobre todo de España, cuando necesita financiación la busca de todas las maneras posibles“, relata.
Ahora, lo concreto del Madrid. “Si consideramos una palanca como una venta de derechos que tiene que ver con un ingreso extraordinario que te salva las cuentas o te mejora la imagen operativa, podemos definirlo como tal, pero si estimamos que es como un adelanto de derechos futuros que van ligados a la actividad operativa, pues esto es completamente nuevo y, por lo tanto, no se consideraría una palanca”, cuenta.
Por explicar la principal diferencia entre ambas operaciones, las palancas del Barcelona —como las ventas de BLM o de Barça Studios— sí comprometen ingresos futuros, pues es un adelanto sobre lo que se estima ganarán en próximos ejercicios. Ese dinero se detraerá de lo que generen esas líneas de negocio en el futuro y se le embolsará a las empresas que ejecutaron esas palancas. En el caso del Madrid no es así, solo concede un derecho para renovar esas localidades vip, que igualmente tendrán que ser pagadas, por lo que se entiende que no habrá una merma de ingresos más adelante por este concepto. Es, en todo caso, una operación novedosa y un maná muy conveniente para un club que esta temporada se encontraba con unas necesidades superiores que las de los años anterior.
Entre las posibles explicaciones de por qué esta operación se activa este año está la estructura de la deuda del club. En el año 2025 hay contemplados unos vencimientos de 92 millones de euros, una cifra muy superior a las que ahora mismo hay reflejadas para los siguientes ejercicios.
El Madrid maneja de una serie de líneas de crédito de las que puede disponer y, en opinión de Mohedano, su capacidad para satisfacer los pagos que se va encontrando es bastante robusta.
“Como todas las empresas, el Madrid está atento a ventanas de liquidez y obviamente, si puedes refinanciar en unas condiciones mejores que las que tenías anteriormente es algo que no dudas en hacer. El club se ha apoyado en otra serie de palancas, llamémoslo así, por la vía de Sixth Street o por la vía de Providence [dos acuerdos fundamentales para entender la economía del club] para ajustar problemas de tesorería, también con el tema de liquidez mayoritariamente durante el ejercicio. Los clubes tienen dos momentos de estrés de tesorería importantes, que son cuando pagan las nóminas, porque no las pagan mensualmente, las pagan en dos plazos, una mitad de año y otra final, y obviamente pues eso es complejo, porque tienes que desembolsar muchos millones de euros más los pertinentes impuestos. Dicho esto creo que es importante no mirarlo a corto plazo, sino mirarlo más desde una perspectiva de medio y largo plazo, que es la solvencia. En este caso, pues creo que no tiene ningún tipo de problema ni de refinanciación ni de financiación. Algún año, como en este 2025, esa cifra asciende pero no tiene ningún problema en refinanciarlos, en llevárselos a futuro orenegociar para poder solventarlo”, cuenta Moehdano.
El estadio
Es verdad que, además de ese ingreso extraordinario, las ganancias por el estadio han crecido en buena medida, dando argumentos para considerar la obra un éxito económico incluso sin la posibilidad de hacer conciertos. De hecho, el presupuesto blanco para la próxima temporada no refleja ni un euro en ese concepto, como si se diera por hecho que la Castellana tendrá que esperar para poder ver de nuevo girando artistas internacionales.
“Los eventos y conciertos de este año han supuesto ocho millones, que tampoco era mucho y, sin embargo, el tour del estadio y el Real Madrid Experience han dado 30 millones. Por esa parte yo creo que hay ya muchísimo crecimiento”, relata el economista consultado por Relevo, que entiende que esa diferencia, si se mantiene, será suficiente para ir pagando con ella los créditos del estadio.
Eso no quiere decir, por descontado, que el tema de los conciertos no sea importante. Cuando el Madrid explicó la obra incluyó esa parte como uno de los motivos para emprender la costosa reforma, el hecho de que el recinto pudiese usarse todos los días del año y no solo los de partido.
“Era uno de los objetivos de esta obra es albergar eventos de estas características, no hay que verlo desde un prisma de lo que está ingresando ahora sino de unos ingresos potenciales recurrentes. Eso que dicen de que al Real Madrid le da igual… yo diría que sí le tendría que importar, sobre todo porque todo pasa por la diversificación de vías de ingresos y esta era una que potente y que obviamente tiene un potencial de crecimiento bastante alto”, considera el economista.
Porque es importante tener en cuenta el contexto en el que se mueve el Real Madrid y los motivos por los que se realizó la obra. Es uno que, además, ha sido enunciado en diversas ocasiones por Florentino Pérez. Los clubes ingleses más poderosos tienen una capacidad de financiación, por medio de sus dueños, de ampliaciones de capital y demás, que el club blanco, por su configuración actual, no tiene. A nadie se le escapa, por ejemplo, que el Barcelona no hubiese pasado ninguno de los problemas que le han acechado estos años de haber tenido la opción de entrar en una ampliación de capital, y al Madrid le pasa lo mismo, ser un club deportivo descarta una serie de operaciones financieras que pueden dar mucho dinero.
Esa necesidad de dinero para mantener la pelea con los clubes que sí tienen esa opción, incluidos en esa nómina los clubes estado, es la que llevó a Florentino a emprender esta obra. Nada apunta a que el dinero de la Premier se vaya a moderar en un futuro, más bien al contrario, una guerra interna en el seno de la liga inglesa puede incluso llevar a que se permitan ciertos patrocinios que hasta el momento estaban vetados al considerar que distorsionaban la economía del campeonato. Si eso ocurre la necesidad de los conciertos para el Madrid será todavía mayor y eso, como es bien sabido, es un tema que actualmente no tiene fácil solución.
Todo eso, por supuesto, siempre y cuando el club se mantenga con su configuración actual, algo que se puede poner en duda pues ya el año pasado Florentino anunció en la Asamblea que están mirando opciones para cambiar la forma social del Madrid y dirigirla a un modelo parecido al alemán. Si eso llega ocurrir la conversación cambiará radicalmente.
El Madrid no ha sustituido a Kroos o a Rudy Fernández. A pesar de los problemas que viven sus dos plantillas clásicas profesionales, más allá del fútbol femenino, el club es renuente a ir al mercado y fichar jugadores. Porque hay argumentos para echar flores a las cuentas, pero también existen datos que no permiten tanto optimismo.