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El Derbi de Sevilla de la jornada 13 de LaLiga entre el Sevilla y el Betis resultó en un empate a uno que dejó a ambas aficiones con sensaciones encontradas. El Ramón Sánchez-Pizjuán fue testigo de un enfrentamiento entre dos equipos con dinámicas opuestas: el Betis llegaba lanzado con once partidos invicto, mientras que el Sevilla atravesaba su peor momento de la temporada, con urgencias y la afición cuestionando al técnico Diego Alonso.
Desde el inicio, el Betis se mostró dominante, con un juego más vertical y claro, mientras que el Sevilla parecía sin un plan definido y sin capacidad de reacción. Aunque el Betis generó varias oportunidades, el primer tiempo concluyó sin goles gracias a la intervención del portero sevillista Marko Dmitrovic y algunas jugadas anuladas por fuera de juego.
Llegaron los goles
La segunda mitad vio una revitalización sevillista, con Boubakary Soumaré más entonado e Ivan Rakitic más activo. Ayoze Pérez tuvo una oportunidad clara para el Betis, pero su disparo impactó en el poste. Sin embargo, a los 72 minutos, Ayoze logró abrir el marcador, aprovechando un mal despeje de Dmitrovic. La alegría bética fue efímera, ya que Rakitic empató para el Sevilla solo siete minutos después con un impresionante derechazo.
El empate a 1-1 mantuvo la intensidad del partido, con oportunidades para ambos equipos. El Betis tuvo algunas ocasiones más, pero el marcador ya no se movió. A pesar de la superioridad del Betis y las ocasiones desaprovechadas, el Sevilla logró resistir y obtener un valioso empate.
Para el Betis, el punto no sabe del todo bien, ya que tuvo el control del partido y oportunidades para llevarse la victoria. Por otro lado, el Sevilla, aunque logró rescatar un punto, no pudo salir del mal momento que atraviesa, y la afición expresó su frustración pidiendo la dimisión de la directiva.