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El partido entre el Cádiz y Osasuna en la jornada 16 de LaLiga dejó a los locales con un sabor agridulce tras un polémico penalti que cambió el rumbo del encuentro. El Cádiz, que se encontraba en ventaja de un gol, vio cómo el destino del partido tomaba un giro inesperado en el minuto 70.
La controversia surgió cuando el defensor Ibrahima Mbaye rozó el balón con la punta de los dedos tras un impreciso disparo de Chimy Ávila. Un contacto que, a todas luces, parecía intrascendente y que no influyó en la trayectoria del esférico. Sin embargo, la intervención del árbitro de VAR, Busquets Ferrer, cambió el curso del juego al mandar a llamar al colegiado Martínez Munuera para revisar la jugada en el monitor.
La sorpresa invadió el Nuevo Mirandilla cuando, tras la revisión, el árbitro principal revirtió su decisión inicial y señaló penalti a favor de Osasuna. Ante Budimir no desaprovechó la oportunidad y convirtió desde los once metros, sellando así el empate 1-1 en el marcador. La incredulidad se apoderó de jugadores y espectadores por igual, generando un debate intenso sobre la utilización del VAR y su influencia en el desarrollo de los partidos.
La incredulidad de Sergio González
En la rueda de prensa post partido, el entrenador del Cádiz, Sergio González, expresó su frustración con la situación. Señaló que si bien los errores propios ya son difíciles de asumir, tener que cargar con los errores de otros resulta aún más complicado. González cuestionó la intervención del VAR en situaciones donde el árbitro de campo tiene percepción clara, destacando el corporativismo entre los colegiados.
“Si por tus errores pierdes el partido bastante tienes con eso, pero encima tienes que pagar los errores de otros”.
“El árbitro principal sigue siendo el del campo y no ha visto nada, mientras que el VAR vino para solventar acciones en las que el de campo no tenga percepción buena, pero no para entrar todo el rato y en situaciones en las que no tiene que entrar”, declaró González.
El entrenador lamentó que, pese a un partido sólido de su equipo, la decisión arbitral influyera en el resultado final. Además, criticó el excesivo protagonismo del VAR, indicando que debería utilizarse únicamente para corregir situaciones donde el árbitro de campo carezca de una percepción clara.
“Hay mucho corporativismo entre los árbitros, cuando el VAR llama el árbitro de campo este tiene que ceder aunque vea otra cosa y pitar lo que ve el compañero que le ha llamado”.
“Hemos hecho un partido muy bueno en todas las fases, quitando diez o doce minutos de la segunda parte donde nos hacen tres o cuatro centros laterales porque nos hundimos mucho”, señaló el estratega.
El debate sobre la utilización del VAR y su impacto en los resultados continúa, dejando al Cádiz y a sus seguidores con un sabor amargo tras el empate 1-1 ante Osasuna.