¿Adiós al Parque de los Príncipes? El PSG estaría pensando en construir un lujoso estadio con capacidad para… ¡90 mil espectadores!

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Las posturas distantes entre PSG y Ayuntamiento y los aires de gloria del club parisino le han llevado a estar a un paso de abandonar el Parque de los Príncipes, su actual estadio con capacidad para 47.929 espectadores. El campo es propiedad de las autoridades parisinas, por lo que el club lleva tiempo meditando si adquirirlo en propiedad para tratar de acometer una reforma a su imagen y semejanza o, por el contrario, si marcharse y construir un nuevo campo con las dimensiones que anhela Nasser Al Khelaifi para situarlo entre los mejores feudos del planeta.

Pierre Rabadan, exjugador de rugby y ahora diputado en el Ayuntamiento de París en la especialidad de deportes, han descartado por completo llegar a un acuerdo con el PSG en una de las opciones que estaban sobre la mesa: “La venta directa del Parque de los Príncipes ya no es una opción”. Las negociaciones llevan ya estancadas durante meses y meses, pero esta postura pública parece alejar definitivamente a ambas partes. Es más, Al Khelaifi siempre se ha mostrado beligerante ante la postura institucional, incluso afirmando que es un condicionante fundamental para tocar el cielo continental: “Si queremos ser competitivos con otros clubes europeos, tenemos que tener nuestro estadio“.

Suene a excusa o no, el máximo mandatario del Paris Saint Germain ha mantenido un discurso contrario a la actitud del Ayuntamiento para contribuir a su despegue. En noviembre, en una entrevista en ‘RMC Sports‘, ya reconoció que este complejo asunto empezaba a decantarse hacia una distinta deriva: “No han dejado otra opción, trataremos de construir lo más rápido posible“. A 23 de enero, no parece estar sobre la mesa otra posibilidad que no sea comprar un terreno y construir un nuevo estadio. Unos plazos inciertos, por otro lado, ya que proyectos de esta magnitud pueden demorarse durante años.

El PSG, aun así, ya está manos a la obra para detectar aquellos terrenos de la capital francesa en los que puedan darse las infraestructuras necesarias para transformar la escena en un amplio complejo deportivo que se coloque en cabeza en el glamour del fútbol europeo. De hecho, ha recibido decenas de propuestas que le llevan a demorar unas semanas más el proyecto ganador. Según informa la prensa francesa, las opciones más viables a día de hoy son Poissy, Aulnay-sous-Bois o Saint-Cloud. Las dos primeras, a unos 30 kilómetros del actual estadio y la última a escasos siete. Aun así, la localización cambiaría significativamente lo que podría enfrentar a los aficionados a una difícil encrucijada.

Por supuesto, bajo esta transformación se esconde un interés económico y logístico que dé al PSG unas instalaciones a la altura de sus resultados en Francia y en Europa. La idea del club es construir un nuevo campo con una capacidad cercana a los 90.000 espectadores, que despunte también el número total de palcos VIP (de 5.000 a 10.000 en primeras estimaciones), parte de la relación inseparable entre las élites y un club dominado por una de las mayores fortunas más significativas de Qatar. Cabe recordar que, entre los grandes de Europa, el club cuenta con uno de los campos más pequeños, aunque trata de compensar el asunto con los precios elevados que marca la situación económica general de los parisinos.

De hecho, el PSG, en pos de la modernidad y el avance, la idea del PSG no pasa solo por un campo, sino por toda una zona que emule prácticamente un parque de atracciones del fútbol, un espacio que todo aficionado del deporte quiera visitar al menos una vez en su vida. Eso sí que es más complejo, por las dimensiones de los terrenos y las leyes urbanísticas. El mencionado Pierre Rabadan explica que el Parque de los Príncipes, por ejemplo, no cuenta con el ecosistema adecuado para adoptarse a esa revolución: “Es un estadio protegido, con una arquitectura única en el mundo con 52 velas fijadas entre sí, situadas por encima de una carretera de circunvalación“.

La postura de los ultras

Otra de las características intrínsecas al Paris Saint Germain es su relación de ‘dependencia’ con los ultras. Unos que no han dudado en momento alguno en alzar la voz contra los que consideran que no respetan su escudo y protagonizar varios episodios subidos de tono como amotinarse en la puerta de la casa de Neymar e insultarlo por su comportamiento en su etapa en el PSG.

Los ultras ya se han posicionado abiertamente en su negativa a abandonar el Parque de los Príncipes, que parece ser contraria a la posición del club. O, al menos, a la postura que han adoptado después de las dificultades de negociación con el Ayuntamiento. Un paso adelante para la marcha del PSG del estadio que le ha convertido en gigante francés por excelencia. Quién sabe qué deparará el futuro, porque esto no es más que el primer paso para una nueva entidad.

Con información de Relevo

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