Dembélé y PSG hacen la tarea ante el Saint-Étienne
- El Barça vuelve a golear al Madrid y se lleva la Supercopa de España
- ¿James y la Selección están en riesgo de abucheo en Barranquilla?
- El United noquea al Arsenal en la FA Cup
Más líder que nunca. El PSG continúa esquivando la derrota en la liga francesa, y este domingo dio otro paso gigantesco para alejarse mucho más de sus perseguidores. La tarea, a primera vista, no era complicada. El presente del Saint-Étienne es preocupante y la zona roja cada vez le respira más cerca de la nuca. Y el encargado de desatar el caos fue Dembélé, con un doblete en 23 minutos que dejó sin aire al visitante. Davitashvili metió presión en la parte complementaria, pero sólo terminó siendo para adornar el marcador.
La realidad es que el conjunto parisino aprovechó sus buenos 45 minutos iniciales, en los que Dembélé mantuvo su buena línea de los últimos encuentros oficiales. Antes del inicio del choque sus números indicaban que tal vez se encontraba en el mejor momento del curso: cuatro goles en los últimos cuatro encuentros a los que sumó otros dos al Saint-Étienne. El primero llegó casi al cuarto de hora, cuando completó una diagonal de derecha a izquierda y que culminó con un zurdazo pegado al poste que no pudo salvar el guardameta Larsonneur, que tampoco pudo evitar que poco después Dembélé acertara desde el punto de penal por mano dentro del área de un defensa de su equipo.
Los dos tantos de Dembélé fueron una losa muy pesada para el Saint-Étienne, que se mantuvo con vida tras los primeros 45 minutos gracias a Larsonneur, que frenó a Barcola en dos ocasiones, ambas en un mano a mano justo antes del descanso y tras la reanudación.
El PSG perdonó el 3-0 y estuvo a punto de pagarlo caro. De la tranquilidad pasó a la inquietud por culpa del tanto de Davitashvili, que recortó distancias con un buen lanzamiento de falta que sorprendió a Donnarumma por su palo. Quedaba casi media hora y el Saint-Étienne, con el tanto del jugador georgiano, seguía con vida.
Pero no era el día de las sorpresas. El PSG se arremangó, espantó cualquier conato de incendio, sobrevivió a los tímidos intentos de su rival de dar la sorpresa con un empate en el Parque de los Príncipes y consiguió mantener la distancia de siete puntos con su máximo rival por el título, el Marsella. Bastaron dos zarpazos de Dembélé en la buena primera parte del equipo de Luis Enrique.