El PSG inicia la vida después de Mbappé con el 4-1 más engañoso de la historia

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El marcador dirá que el París Saint-Germain ganó por tres goles el primer partido después de que Kylian Mbappé se fuera al Real Madrid, pero la historia no pudo ser más distinta que el marcador final de 4-1 ante Le Havre. Los de Luis Enrique fueron salvados por dos goles anulados y una ráfaga en los últimos cinco minutos, conseguida cuando ingresaron ‘los buenos’.

Entre las salidas de Messi, Neymar y Mbappé en los últimos años, sumado a que algunos titulares todavía no están en plenitud de condiciones tras los torneos del verano, el PSG ya no intimida con su XI. Del súper equipo queda poco. Parece que volvimos a los primeros años de la Era Qatar, porque de inicio estuvieron jugadores de mucho menor cartel como Mbaye, Zague, Beraldo…

Quizá todavía más desconcertante fue que el PSG comenzó ganando al minuto 3. En una jugada en la que Asensio casi la pierde caminando hacia su portería, combinaron rápido para dejar a Kang-In Lee solo por derecha y la mandó a guardar de parte interna a segundo palo.

Hubo poco que contar del ataque de los parisinos en los siguientes 80 minutos. Perdieron a Gonçalo Ramos por lesión a la media hora de juego. Asensio falló una sobre el final de la primera parte, estrellándola en el portero al querer definir con sutileza, minutos después de que Touré estorbó a Donnarumma en un remate y se pitó fuera de juego que borró el tanto de la igualada.

Tampoco es que Gigio fuera figura. El PSG estaba cómodo, pero salió desconectado al complemento y casi les cuesta la derrota.

El empate llegó al 3′ del complemento, luego de regalar una falta en la salida. El cobro frontal fue a segundo palo, Gautier Lloris quiso recentrar, el balón picó en el área sin que Kinkoue ni Touré pudieran empujarla, pero el caos dejó como estatua a Donnarumma y la pelota acabó en el arco.

Luego de que Kolo Muani fallara una casi idéntica a la que le tapó el Dibu Martínez en Lusail, Le Havre marcó a la contra, pero el VAR salvó a los parisinos porque Casimir robó el balón con un contacto del antebrazo al luchar por la pelota con Zague.

Luis Enrique sacudió la coctelera y metió a sus principales bazas (Marquinhos, Dembélé y Barcola), que iniciaron en el banco y deberían estar en el XI más temprano que tarde. Los últimos dos solucionaron el entuerto al 85′.

Primero marcó Dembélé, con un inusual tanto de cabeza. A la siguiente jugada, Barcola hizo un jugadón con regate entre dos y golazo a segundo palo. Luego un penalti que rubricó Kolo Muani. Le Havre, sin idea de cómo pasó todo, fue de rascar un empate al caer por goleada en cosa de 5 minutos. Demasiado castigo cuando olía a tragedia en la capital de Francia (y en Qatar).

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