El presidente de la Dimayor (División Mayor del Fútbol Colombiano), Fernando Jaramillo, pidió el miércoles que se aumenten los castigos para los aficionados que protagonicen episodios de violencia en los estadios de fútbol del país, después de que en menos de una semana se registrasen nuevos actos de vandalismo.
“No es seguir señalando responsables sino tomar acciones concretas apoyadas por el gobierno. Es endurecer las penas con estas personas que tienen estos actos violentos“, dijo Fernando Jaramillo a Caracol Radio. “No hay justificación para estos actos, hay que hacer una legislación más fuerte”.
El más reciente episodio ocurrió en el Estadio Palogrande de la Ciudad de Manizales, donde los aficionados invadieron el campo de juego cuando estaba a punto de terminar el partido que el local Once Caldas perdía 2-1 contra Alianza Petrolera de la ciudad de Barrancabermeja.
Integrantes de la barra ‘Holocausto Norte’ saltaron a la cancha a los 89 minutos y agredieron a los jugadores del Caldas, personal de logística y policías. Inmediatamente el partido se tuvo que suspender.
Los desmanes continuaron a las afueras del estadio, donde otros seguidores que no estaban involucrados en la pelea — y que iban con niños — tuvieron que correr para huir de la violencia. La alcaldía de Manizales informó que 28 personas resultaron heridas: 20 de logística, 4 hinchas y 4 policías.
Los violentos también quemaron una motocicleta de la policía, prácticamente destruyeron a golpes una patrulla de la institución y dañaron una cámara de un medio de comunicación y unas vallas publicitarias que utilizaron para agredir al personal de seguridad.
Para Jaramillo, debe haber consecuencias para esos seguidores e insistió en la necesidad de encontrar mecanismos tecnológicos que permitan identificar a los hinchas que entran a los estadios. “Tienen que haber consecuencias, no puede ser que invadan el campo y a los ocho días vuelvan”, indicó.
Este episodio se suma a los desmanes similares que protagonizaron aficionados de Atlético Nacional el domingo en el estadio Atanasio Girardot, que impidieron el desarrollo del partido por la liga local contra el América de Cali.
La Dimayor todavía no ha definido cuál será la sanción para castigar este último episodio de violencia, que podría traer consecuencias para el Caldas que marcha de último en la tabla de clasificación en el torneo colombiano y permanece en zona de descenso.
El gobierno colombiano, a través del Ministerio del Interior, convocó para el 27 de abril a la Comisión Nacional del Fútbol, un organismo asesor del gobierno, para definir nuevas medidas que permitan mitigar estos episodios de violencia en los entornos deportivos.