Huelga de árbitros amenaza el inicio de la MLS: podría haber silbantes sustitutos en el Opening Day entre Inter Miami y Real Salt Lake

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La temporada 2024 de la MLS tiene encima el fantasma de la huelga. No de los jugadores, sino de los árbitros.

El lunes por la tarde, The Athletic reportó que el sindicato de silbantes (Professional Soccer Referees Association, PSRA), que representa a árbitros de las principales ligas del país (MLS, NWSL y la USL), autorizó el paro laboral tras una votación unánime. Se había extendido dos semanas el plazo para seguir negociando con la Professional Referees Organization al 31 de enero, pero la huelga es ‘inminente’, según cita la publicación.

Esto podría llevar a que el primer partido de la temporada de la MLS, entre el Inter Miami de Leo Messi y el Real Salt Lake, tenga árbitros sustitutos, ya que se presentó también una querella ante la autoridad laboral de Estados Unidos, National Labor Relations Board, contra la PRO por saltarse al sindicato y comunicarse directamente con sus miembros.

Peter Manikowski, presidente del sindicato de silbantes, había adelantado a The Athletic el 5 de enero que, si no progresaban las negociaciones en las siguientes semanas, habría una huelga.

Los principales puntos de discordia son la estructura de pagos que hay para los árbitros. La PSRA quiere un incremento de hasta el 90% para los integrantes que tienen menores ingresos, mientras que la PRO habría ofrecido un incremento de una sola cifra. Según The Athletic, la huelga busca modificar la estructura de pagos para los árbitros asistentes y del VAR. Todos los silbantes reciben un pago de $1,350.61 por partido de temporada regular trabajado, aunque los centrales reciben un sueldo base mayor ($50,647.90) que los abanderados (hasta $21,384, pero depende de la experiencia) y los asistentes solo cobran los bonos por partido luego de participar en su décimo juego de una temporada. Los silbantes del VAR ganan todavía menos.

No es la primera vez que la huelga amenaza a la MLS. En el 2014, hubo un paro patronal de 3 semanas, en la que trabajaron los juegos ex árbitros MLS y otros certificados por FIFA, tras lo cual se acordó el primer convenio colectivo de trabajo entre el sindicato y la autoridad encargada del arbitraje en el soccer.

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