El jugador del Everton, Dele Alli, ha dejado al mundo del fútbol muy sorprendido con sus revelaciones en el podcast “The Overlap” junto a Gary Neville. Alli habló sobre sus problemas mentales y emocionales, así como sobre su historia de vida con impactantes confesiones.
Dele Alli era hace unos años uno de los jugadores con mayor proyección de Inglaterra, incluso teniendo participación en el Mundial de Rusia 2018. Tras varios años en el limbo, estuvo cedido una temporada en el Besiktas. Después de su cesión en Turquía, decidió buscar ayuda y asistió a un centro de rehabilitación de salud mental para tratar sus adicciones y traumas.
“Cuando volví de Turquía, y me enteré que necesitaba una operación, estaba muy mal mentalmente y decidí ir a un centro de rehabilitación de salud mental. Tratar adicciones y traumas. Sentí que era mi momento. No te pueden decir que vayas, tienes que saberlo y tomar la decisión tú mismo o no funcionará”, reveló el mediocampista.
Tras su crisis en el Tottenham bajo el mando de José Mourinho, Alli reveló que incluso meditó la idea de retirarse del fútbol a los 24 años de edad.
“Una mañana que tenía que ir a entrenar, estaba mirándome en el espejo y pensando en la retirada. A los 24 años a pesar de que hacía lo que amaba. Para mí esto era algo que me rompía el corazón. Era siempre una lucha conmigo mismo en todo. Estaba atrapado en un mal ciclo y en cosas que me estaban haciendo daño”, señaló el inglés.
Traumas de la infancia
De igual manera, el inglés compartió detalles sobre su pasado y cómo ha influido en su vida. Dele habló sobre el abuso sexual que sufrió a los seis años a manos del amigo de su madre, Además relató sobre cómo fumar y vender drogas se convirtió en su forma de vida a una edad temprana.
“A los seis años abusó sexualmente de mí un amigo de mi madre, que estaba mucho en la casa. Mi mamá era alcohólica. Me enviaron a África para aprender disciplina y luego me enviaron de regreso”.
“A los siete años fumaba, a los ocho empecé a vender drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en bicicleta, así que iba por ahí con mi balón de fútbol, y luego por detrás llevaba las drogas”, explicó Alli.
Alli destacó la importancia de la familia y cómo su adopción fue su salvación. Fue colgado de un puente a los once años y luego adoptado por una familia increíble que le cambió la vida. En sus palabras señaló que: “No podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó personas, ellos fueron esas personas”.
A pesar de todo lo que ha vivido, Dele Alli no se da por vencido y desea encontrar en el Everton estabilidad y paz. Todo esto para poder continuar haciendo lo que más ama, que es jugar al fútbol.