El City supera al Tottenham y tiene ‘match point’ para el título de Premier
- Jarlan Barrera lanza feroz demanda contra Atlético Nacional
- Jhon Durán, una ‘Big’ amenaza en la Premier
No hubo milagro en Londres. Ni para el Arsenal ni para el Tottenham. Caso contrario para el Manchester City, que no sólo derrotó a los spurs, sino que además recuperó la parte alta del faro, y si nada extraordinario sucede en la última fecha ante el West Ham, los de Guardiola estarán conquistando por cuarta temporada consecutiva la Premier, un hecho inédito en esta competición. Aston Villa jugará la Liga de Campeones.
Pocas veces, por no decir ninguna, un aficionado del Tottenham celebraría un gol en contra de su equipo, pero eso es lo que ocurrió este martes en Londres. Cuando Haaland desabrochó el 0-0 en la segunda parte, la tensión del estadio se diluyó, tanto la de la afición del City, que veía la liga alejarse, como la del Tottenham, que no quería ayudar ni un ápice al máximo rival, el Arsenal, que confiaba en un milagro para llegar con muchas más opciones de ganar la Premier este domingo.
Y ese milagro pudo tomar forma en una primera parte bastante decente de los locales, que pudieron adelantarse con un remate de Bentancur que despejó Ederson con un paradón, y que dieron esperanzas al Arsenal a través de los paradones de Vicario, que salvó dos goles cantados a Foden y a De Bruyne. Ese miedo, a un empate que provocaría que el Arsenal dependiera de sí mismo en la última jornada, a no ser que se produjera una remontada en la diferencia de goles del City, lo despejó Haaland al empujar a la red un envío de De Bruyne. Un pase de la muerte que el belga puso en el área pequeña sin levantar la mirada del balón y que el noruego solo tuvo que acompañar con el pie para sumar un tanto más en la Premier League -lleva 27- y asegurar su segunda Bota de Oro consecutiva. El tanto desató la alegría general.
Postecoglou, que, a diferencia de su afición, no renunció al partido, hizo un cambio ofensivo y quitó a Bentancur, que del enfado se fue dando patadas al banquillo, y puso a Kulusevski, que pudo convertirse en el sueco más querido por la hinchada del Arsenal desde Ljünberg. El atacante tuvo la más clara para el empate, tras llevarse un balón a trompicones y a un metro de Stefan Ortega, que sustituyó a Ederson, lastrado por un golpe en la cabeza con Romero, su disparo a bocajarro lo tapó el meta alemán.
Ortega, en sus minutos de héroe, tuvo otra intervención milagrosa, al borde del descuento, cuando sacó un mano a mano a Son que pudo decidir la liga. El alemán fue elegido el hombre del partido por sus dos paradas. El último aliento de esperanza del Arsenal, de quien no apagara el televisor con el tanto de Haaland, se marchó en ese disparo del surcoreano, al que siguió un penalti sobre Doku que convirtió Haaland para sellar una derrota dulce para la afición del Tottenham, pese a que haya implicado renunciar a la clasificación a la próxima edición de la Champions League. Será el Aston Villa de Unai Emery el que esté en la máxima competición continental.
Al City le bastará con igualar ante el West Ham United el resultado que el Arsenal consiga contra el Everton para ser campeón por cuarta vez consecutiva, algo que no ha logrado nadie en la historia.