La Premier League tuvo otro cierre de locura. El Manchester City y el Tottenham empataron 3-3 con un gol de Dejan Kulusevski sobre la hora, para cerrar la batalla por la cima de la liga.
Desde el inicio el partido fue una locura, teniendo como protagonista al jugador Son Heung-min, quien había adelantado al Tottenham con un gol al minuto 6, pero tres minutos después marcó un autogol que empató el encuentro.
El City pudo darle la vuelta al juego, luego de que Phil Foden encontró las redes rivales e irse al descanso con la ventaja.
Los Spurs tuvieron que remontar en la segunda mitad, cuando Giovani Lo Celso puso al 69’ nuevamente la paridad, pero Grealish respondería al 81’ para poner el 3-2 que parecía definitivo.
La polémica apareció cuando Haaland se iba directo al marco, pero el árbitro paró la jugada por una falta a favor del City, lo que causó la furia del noruego por no dar la ley de la ventaja.
El partido llegaba a su fin cuando Dejan Kulusevski, sentenció el partido y el 3-3 de locura.