El Aston Villa queda a tiro de la Champions League
El Aston Villa huele a Champions League. Y este lunes ha dado un gigantesco paso hacia este certamen gracias al empate 3-3 ante Liverpool, que si bien lo ganaba 1-3 a falta de cinco minutos, un doblete exprés de Jhon Durán en el último tramo del encuentro terminó truncando la victoria visitante. Ahora, los de Unai Emery dependen de un pinchazo del Tottenham, que este martes serán ‘jueces’ del futuro del Manchester City. Si no hay triunfo local, los de Birmingham se inscribirán oficialmente en la Liga de Campeones.
Sabedor de que este era su penúltimo partido al frente de los reds, el último fuera de casa, los pupilos de Klopp parecieron dispuestos a recordar el eléctrico fútbol que permitió al Liverpool reinar, no hace mucho, tanto en Inglaterra como en Europa. Puro rock and roll que permitió a los visitantes adelantarse antes de cumplirse los dos minutos de juego con un gol en propia meta del ‘Dibu’ Martínez, que acabó introduciendo en su portería un balón tocado por un defensa tras un remate de Elliot.
Un gol que parecía sobreexcitar todavía más si cabe a un Liverpool que encontró en la banda izquierda de la defensa del Aston Villa el escenario perfecto para las correrías de Salah. De hecho, el delantero egipcio estuvo a punto hasta en dos ocasiones de doblar la renta visitante en los siguientes compases, pero si en el minuto 4 el remate se Salah se fue ligeramente desviado, en el 11’ la combinación entre el africano, Luis Díaz y Cody Gakpo acabó en el poste.
Ocasiones y más ocasiones a las que no tardó en responder el conjunto de Unai Emery, que pese a no gastar la misma fama de preparador ofensivo que el alemán, ha convertido a este Villa en el equipo más goleador en los últimos 47 años. Un carácter ofensivo que se justifica en la verticalidad y velocidad de jugadores como Moussa Diaby o Leon Bailey y, sobre todo, de un Ollie Watkins que demostró a los 12 minutos que no sólo es un voraz goleador, sino también un sensacional asistente, tras una jugada en la que desbordó por la izquierda, llegó a línea de fondo y aguardó a la llegada de Tielemans para el 1-1.
Un gol que dio inicio a un constante ir y venir de un área a otra del que salió victorioso el Liverpool gracias a su mayor pegada. Cody Gakpo firmó a los 23 minutos el 1-2 al enviar a las redes un centro de Joe Gomez tras una jugada iniciada, como no, por Salah en la banda derecha. Tanto al que pudo responder el Aston Villa trece minutos más tarde en una eléctrica jugada de Leon Bailey, que vio como Diego Carlos completamente solo en boca de gol no acertó.
Quien no falló fue Quansah, que a los tres minutos de la segunda mitad estableció el 1-3 para los de Klopp al cabecear una falta botada por Harvey Elliot. Un marcador que obligó al Aston Villa a apostar el todo por el todo y lanzarse a un ataque continuo en busca del triunfo que necesitaba para sellar su billete para la próxima edición de la Liga de Campeones. Ofensiva total que pareció dar sus frutos a los de Emery, que vieron como en el 52’ Watkins anotaba el 2-3 a pase de Bailey. Un gol que no subió al marcador al comprobarse en las imágenes que el atacante jamaiquino se encontraba en posición antirreglamentaria.
Circunstancia que no aplacó la voracidad de ninguno de los dos contendientes, especialmente del Aston Villa, que tras rozar el gol a los 69 minutos en un remate de Zaniolo, que acabó el partido lesionado, encontró su premio en el 85’ con el tanto del colombiano Jhon Durán. No sería el único festejo del atacante cafetero, que en el 88’ llevó a la locura a Villa Park con un gol a pase de Diaby que abrió al Villa la posibilidad de una remontada, la cual estuvieron a punto de lograr en el tiempo de prolongación cuando Diaby obligó a lucirse a Alisson.