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Si hay un momento de la temporada que sea sinónimo de pesadilla para Jürgen Klopp, ese es, sin duda, el parón de las selecciones. Y más cuando la próxima fecha a disputar en la Premier League es ante el todopoderoso Manchester City. En un curso totalmente diferente para los Reds, puesto que no hacen parte de la Liga de Campeones, el objetivo pasa por ganar nuevamente la liga inglesa, algo que sólo ha sucedido una vez en los últimos 30 años.
Y para levantar la ‘orejona’ británica hay que cometer la menor cantidad de errores en el camino. Mucho más cuando enfrente está el líder y vigente campeón de la competición. Sin embargo, no todo es color rosa, y los largos viajes a Sudamérica por parte de algunos futbolistas hace que Klopp se la piense dos veces antes de mandarlos a la ‘guerra’. No sólo por los kilómetros acumulados, sino también por el desgaste físico que se aproxima.
Para esta ocasión, tanto Alisson, como Mac Allister, Darwin Núñez y Luis Díaz han tenido una doble jornada de clasificatorio apasionante y agotadora. Sobre todo, esta última palabra. No obstante, Jürgen Klopp sabe también la importancia del reto que está a la vuelta de la esquina, y que mejor forma de tomarlo que con sus principales fichas. Por ello, el alemán entra en una encrucijada para definir su once para saltar al Etihad. El riesgo siempre va a estar presente, y una lesión puede caer en cualquier momento de la temporada, pero a veces, en la vida, el riesgo también es sinónimo de valentía, y Klopp lo sabe muy bien.