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Pasito a pasito. Luis Díaz vuelve a recuperar la sonrisa con el Liverpool. Y no es para menos. Todo lo acontecido en el último mes, en donde su padre estuvo en manos del ELN, le pasó factura al extremo guajiro, tanto futbolísticamente como mental. No obstante, por muy larga y ruidosa que sea la tormenta, tarde o temprano el sol y la calma vuelven a salir. Y ante el LASK, por la Europa League, más de un aficionado volvió a sentir esa alegría que inyecta el nacido en Barrancas.
Esa chispa, rebeldía y personalidad se había esfumado. Y era entendible. Detrás de un futbolista hay un ser humano que también tiene sentimientos. Y ‘Lucho’, por muy fuerte que quería aparentar en el gramado de juego, su cabeza estaba en otro lado del planeta. Pero lo dicho. La primera señal de la mejoría de Díaz se había visto ante Brasil, en un triunfo histórico de la ‘Tricolor’, que se impuso gracias a un doblete del ‘7’ del Pool.
Su retorno a Liverpool no fue el esperado. Al menos, para él. Pero Klopp tenía un plan para volverlo a ver sonreír. Ante el City fue suplente, pero de sus pies nació el 1-1. Y este jueves, ante su afición, ‘Lucho’ se quitó la cruz de encima y volvió a dibujar obras de arte. Como el tanto que permitió al Liverpool romper el hielo y firmar una goleada que le permite instalarse en los octavos de final de la Liga de Europa.
De hecho, la prensa también resaltó su labor en el terreno de juego, como por ejemplo, el Liverpool Echo, que le dio una calificación de 7 puntos. “Excelente remate de cabeza en el primer gol y se divirtió antes del descanso, aparte de una buena entrada de un defensa”, reseñó el medio. Y el pasado, es pasado. Luis Díaz vuelve a ser Luis Díaz, y diciembre, sinónimo de alegría, puede ser un mes muy bonito para los Reds.