Una jugada ‘maradoniana’ de Diogo Jota le da un nuevo derbi de Merseyside a Liverpool

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Diogo Jota, autor del único gol del partido. | Reuters

Otro pasito más hacia el título. Todo parece indicar que abril será el mes en donde el Liverpool se puede consagrar como campeón de la Premier League. Y este miércoles, en una nueva edición del derbi de Merseyside, quedó más que ratificado. Un taconazo de ‘Lucho’ Díaz le permitió a Diogo Jota hacer una jugada ‘maradoniana’, sacarse varios rivales de encima y activar un misil inatajable para Jordan Pickford. Triunfo con sufrimiento para los reds, que ahora se distancian a 12 puntos del Arsenal.

El último partido entre estos dos equipos antes de que Goodison Park, el mítico estadio del Everton sea derribado, acabó con triunfo de los locales, como viene siendo habitual en los últimos años. Ni la vuelta de David Moyes a Anfield sirvió como remedio para los Toffees, que eso sí, pudieron adelantarse perfectamente en la primera parte si Beto, su delantero, hubiese estado más acertado. El brasileño vivió un gol anulado por un fuera de juego de centímetros y, minutos después, estrelló en el palo un mano a mano.

Muchos aficionados del Pool esgrimirán que estas jugadas nunca debieron ocurrir. Y la razón es de entender. En el minuto 11, James Tarkowski hizo una barrida con los tacos muy arriba, tras la que, después de tocar balón, se llevó puesta la pierna de Mac Allister. La entrada peligrosísima fue sancionada con tarjeta amarilla, pero hubo VAR para revisarla y parecía que el defensor sería expulsado. Para sorpresa de Anfield, el VAR decidió no expulsar.

Esto no fue suficiente para parar a un Liverpool que, sin ser brillante, se llevó el encuentro gracias a una de las pocas ocasiones claras de las que dispuso. Jota cogió la pelota en la frontal, tras pase de Díaz, dribló a dos jugadores y engañó a Pickford en el disparo. Un golazo para decidir este derbi del Merseyside y para calmar las ansias del Arsenal de un pinchazo.

La victoria del Arsenal contra el Fulham metía presión a los ‘Reds’, que aún tenían un colchón de nueve puntos con once partidos por jugar y, sobre todo, sin ninguna distracción en el horizonte porque ya están eliminados de toda competición externa. Este triunfo restaura la ventaja a doce puntos y acerca el alirón a Anfield, que dentro de poco celebrará la segunda liga en tres décadas.

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