Un juez brasileño ordenó que un preparador físico peruano, quien trabaja en el club de fútbol Universitario, fuera detenido el miércoles, por presuntos gestos racistas hacia los aficionados del Corinthians la noche anterior, durante un partido de la Copa Sudamericana.
La policía de Sao Paulo arrestó a Sebastián Avellino en la Arena NeoQuímica, tras la derrota de su equipo por 1-0 ante Corinthians el martes, en la ida de su encuentro del certamen regional. Tres testigos dijeron a la policía que Avellino hizo gestos de simio para referirse a ellos.
Avellino puede apelar la decisión y solicitar la libertad bajo fianza. Los jugadores de Universitario y otros empleados del equipo abandonaron Brasil horas antes de que el juez ordenó que Avellino siguiera detenido.
Universitario defendió a Avellino mediante un comunicado, en el cual indicó que el arresto era “inadmisible, denigrante e indignante”.
“Durante todo el partido un grupo de hinchas del equipo local lanzó insultos y escupitajos a nuestros jugadores y comando técnico”, señaló el conjunto en un comunicado. “Esas mismas personas que cometieron improperios al final del encuentro, acusaron antojadizamente al preparador físico de actos discriminatorios”.
Los hechos de racismo han manchado las competiciones futbolísticas de Sudamérica en los años recientes. En muchos casos, los aficionados rivales han dirigido insultos a hinchas rivales, tanto de locales como de visitantes.
En mayo del año pasado, la Conmebol aprobó castigos más duros para los involucrados en actos racistas. Sin embargo, éstos no han parado.
Desde febrero, las principales competiciones de clubes a nivel regional, la Copa Libertadores y la Sudamericana, generaron 10 casos de racismo, incluidos los del martes. Nueve habrían tenido como víctimas a brasileños.
El martes, la Conmebol multó al club paraguayo Libertad con 105.000 dólares, por un hecho ocurrido el 27 de junio, en que los aficionados lanzaron insultos racistas contra Everson, arquero del Atlético Mineiro.