Selección brasileña vestirá de negro en amistoso contra Guinea en señal de protesta contra el racismo

La selección brasileña de fútbol ha tomado una iniciativa histórica en su amistoso internacional del próximo sábado 17 de junio ante Guinea en la ciudad de Barcelona. Por primera vez en su historia, Brasil vestirá un uniforme completamente negro durante el primer tiempo del partido. Esta iniciativa tiene un motivo poderoso: la lucha contra el racismo, un tema que lamentablemente se ha hecho presente en el fútbol, especialmente en contra de una de las figuras más importantes de la ‘Canarinha’, Vinicius Júnior.

Vinicius, el talentoso atacante del Real Madrid, ha sido víctima de ataques racistas durante la última temporada de La Liga española. En varios estadios donde el equipo blanco ha jugado como visitante, se han escuchado cánticos racistas dirigidos hacia el joven jugador de 22 años. Estos incidentes han generado una gran indignación y han llegado incluso a las instancias gubernamentales brasileñas, quienes se han pronunciado enérgicamente en contra de los insultos recibidos por Vinicius.

La situación ha despertado una ola de mensajes de apoyo para Vinicius Júnior por parte de la comunidad futbolística y del deporte en general. Jugadores, entrenadores, clubes y aficionados de todo el mundo han expresado su solidaridad hacia el joven talento brasileño y han condenado firmemente cualquier forma de racismo. La iniciativa de la selección brasileña de vestir de negro en su próximo amistoso es un claro mensaje de rechazo al racismo en el fútbol y en la sociedad en general.

El hecho de que el partido se dispute en España, país donde Vinicius Júnior reside y donde han ocurrido lamentables episodios de racismo, añade un simbolismo adicional a la iniciativa. España no ha sido ajena a los casos de racismo en el fútbol, y la iniciativa de la selección brasileña en el país europeo ha expuesto aún más la necesidad de erradicar esta lacra de la sociedad.

La selección brasileña, con su enorme influencia y prestigio, envía un mensaje contundente al mundo del fútbol y a la sociedad en general: el racismo no tiene cabida en ninguna esfera, incluido el deporte. Es necesario unir fuerzas y luchar contra esta forma de discriminación para construir un mundo más inclusivo y respetuoso.